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Todos los derechos reservados  DACOT 2011

By Anne Marie

DACOT     Dañú ATV Club Outlaw Trail

[16] Aca-Pulcazo, Hgo

Los preparativos


Estamos en la ruta nº 16. Estamos muy confiados, quiero decir, demasiado. Esta salida es la que menos hemos preparado, hablando técnicamente, pero que nos hizo mucho reír días antes de comenzar esta nueva aventura que no nos va a llevar lejos de la casa. ¡La prueba! Algunos van a regresar a dormir en su cama y otros nos acompañan excepcionalmente porque pueden alcanzarnos en camioneta. 


¿Porque  nos reímos tanto? Por los comentarios de Chucho que esta vez viene con nosotros y que nos dice que el no tiene ningún problema para acampar, no necesita tienda de campamento, que puede llevar una casita de las becerritas y que solamente la tiene que subir a su camioneta y una vez allá bajarla y ya. Nos hace una demostración de cómo acomodarse para dormir, de la ventilación que tiene, es casi un hotel 4 estrellas. Hasta tomamos fotos para poner en la página. No se si es serio lo que dice o no, pero pienso que de todo modo, vamos a tener un muy buen ambiente y es lo que buscamos, creo que esta vez, no es tanto la adrenalina que cuenta, más que las dificultades que podemos encontrar lo que buscamos es pasarla bien, reírnos, bromear. Cada salida tiene su carisma.


El viernes en la tarde, Sabás y Jipé siguen delante de la computadora con los GPS para marcar la ruta que vamos hacer el día siguiente. Supieron al último momento que la ruta que normalmente hacen ha cambiado en parte de dueño y que ahora algunas partes están cerradas con candados, vamos a tener que pedir permiso para pasar y si no nos dejan, vamos a tener que improvisar.


Sábado 13 de Agosto de 2011


Estamos el sábado en la mañana, la salida esta prevista para las 11h de la mañana, pero si cuando hay muchos kilómetros que hacer para llegar al punto de partida nunca salimos a la hora, menos hoy que sabemos que estamos muy cerca. Así que la aventura empieza a las 12h. El programa es empezar por los Cerritos Blancos, seguir pasando por Encinillas, subir al Cerro de Dañu, pasar por San Francisco, después por Las Vegas (pero ahí si que no hay maquinas para jugar…) después pensamos pasar por Aragón y llegar a Nopala donde nos esperan los que suben con camioneta y al final, llegar todos juntos hasta la cima del Cerro de Nopala en un lugar que se llama La Estancia y que se encuentra a 2990 m.s.n.m.  


¿Quien dijo que no íbamos a encontrar polvo? A la primera parada, después de un recorrido de apenas 20mn, ya estamos empolvados. Como no tenemos ninguna prisa porque la ruta no esta muy larga y que no queremos llegar muy temprano donde nos esperan el resto del grupo, nos paramos 3 o 4 veces, simplemente para bajar de las cuatris, caminar un ratito, tomarnos unas fotos, disfrutar del paisaje que es increíblemente verde. Tenemos mucha suerte de vivir en un lugar tan bonito donde la naturaleza sigue siendo la reina, nada de edificio, nada de carretera con mucho trafico, nada de coche que circulan a gran velocidad, solamente encontramos de vez en cuando un caballo por aquí, otro por acá, una manada de vacas que apacentar tranquilamente, algunos borregos que cruzan sin preocupaciones de que un coche los pueden atropellar porque saben que somos  nosotros que nos preocupamos por ellos.       


Respectamos los senderos, los cultivos, saludamos los niños que nos ven desde la orilla de sus casas, evitamos a los perros que nos ladran y nos persiguen cuando pasamos.


David (quien esta encargado de subir la camioneta con todo el material hasta el cerro) llama a Sabás, le cuesta trabajo encontrar el lugar que le dijo su hermano en el Cerro de Nopala, es el que lleva el borrego en su camioneta y las personas que lo van a preparar ya están ahí esperándolo, solamente tiene que ubicarse para encontrarlos. No es fácil indicar su camino a alguien por teléfono y menos cuando no hay referencia, que lo único que hay son árboles, más árboles o también, cactus. Todo se parece.


Para nosotros no hay ninguna dificultad con esta ruta. Los senderos son anchos, no hay piedras grandes que cruzar, no hay barranca, realmente es una ruta muy tranquila, sin embargo, no hay que confiar tanto, porque los accidentes vienen siempre cuando menos lo esperamos.


Somos los últimos de la caravana, delante de nosotros viene Baldo y delante de el, Pepin. Llegamos en una curva ancha, no la típica curva muy cerrada y ahí vemos como un bulto negro a la izquierda del camino con luces prendidas. Jipé me dice “mira lo que acaba de pasar” y yo pienso que hace poco hubo un accidente, que alguien que venia frente a nosotros se volteo, pues no, es Pepin que acaba de voltear con su cuatri. ¿Porque? Quien sabe. Ni el entiende lo que acaba de suceder, dice que iba tranquilo, nadie corre, vamos todos a una velocidad muy razonable, nos dice que agarro la curva normalmente y que su cuatri se bloqueo y que no pudo hacer nada para controlarla, que se puso de lado y se acostó en la carretera. Por fortuna, tenia puesto su casco porque su cabeza pego la tierra, pero aunque se golpeo, no tiene nada de gravedad. Con Baldo lo ayudamos a levantar su cuatri y ponerla nuevamente sobre sus 4 ruedas, Jipé le arregla un poquito la carrocería y Pepin se sube otra vez en su maquina. De broma le dice Jipé “¿Quisiste manejar como yo o qué?”


Como tenemos radios para comunicar entre nosotros, aviso a Polo de lo sucedido, nos esperan un poquito más adelante y les contamos lo que acaba de pasar. Apenas si hicimos 50km desde que salimos de nuestro pueblo.


Todo esto me dio escalofrío. En 2 segundos reviví el accidente que sufrimos en diciembre del año pasado, la caída, lo asombroso, el dolor. Afortunadamente esta vez, lo parecido esta solamente en las dos primeras palabras.


Sabás ve su reloj y viene a consultar el grupo. Son las 13h 30, citamos a los que nos alcanzan en camioneta a las 14h 30, nos da tiempo de subir al Cerro de Dañu. Sabemos que a lo mejor nos pasamos tantito del horario, pero no importa, ni estamos seguros que van a estar a la hora que hemos dicho, así que bifurcamos sobre la izquierda, hay que abrir rejas pero lo hacemos con cuidado pensando siempre en volver a cerrar después del último de nosotros.   


Son las 15h 10 cuando llegamos al monumento (punto de reunión de las camionetas con las cuatris) que esta justo antes de la salida de Nopala, y sorpresa, todos están ahí, esperándonos, llegaron a las 14h 30, así que como nunca respecte el horario, nosotros no nos apuramos y tuvieron que esperarnos.  


Les comentamos lo del accidente de Pepin, y todos quieren saber como se siente, si no tiene dolor y el les tranquiliza.


Volvimos a subir en nuestras cuatris para acabar el recorrido del día, empezamos a subir hacia las alturas del Cerro de Nopala, allá nos espera el borrego en su lecho de brasas.


Nos equivocamos un poquito y tenemos que dar la vuelta para retomar el buen camino, para mi todo es igual así que no puedo ayudar y me pregunto como hacen para orientarse en medio de tantos árboles y espacios verdes, es que yo veo que todo se parece. Pero es cierto que no, porque de repente vemos a lo lejos una parte del campamiento. El borrego esta ahí, sobre las brasas, sigue en parte crudo, falta todavía como 4h de cocción y apenas son las 16h 15.


Bajamos todo de las camionetas, puede uno pensar que vamos a quedarnos aquí una semana, pero no, están muy equivocados, solamente vamos a estar hasta mañana.


Enseguida Pepin empieza a preparar los kilos de champiñones que degustaremos dentro de un momento con unas tortillas de harina y un poquito de queso. Por el momento, para no perder el tiempo, tenemos que armar las casas de campamento. Apenas llegando, los señores se fueron a buscar un lugar apropiado y cómodo para instalarnos y lo encuentran un poquito más arriba, ahora estamos a 2990 m.s.n.m. y vamos a dormir a unos 3000 m.s.n.m más o menos.


Nos atareamos con las bolsas de estacas, los pedazos de tela, hay que ensamblar todo para que quede por lo menos para esta noche. Poco a poco el campamento toma forma, al total  son 8 casas, hay unas grandes otras más chiquitas, algunas van a hospedar hasta 6 personas. El lugar es muy tranquilo no hay aire, el terreno esta un poquito inclinado, pero no es grave si nos resbalamos un poco una vez acostados en los colchones.

   

Volvemos a bajar donde esta la comida, todo esta muy bien arreglado, hay un copete que sirve de techo al borrego, donde pusieron una mesa, unas sillas y hay otro copete, más chiquita donde pusimos otra mesa con todo lo que es botanas y refrescos. Para alimentar el fuego, las personas encargadas de la cocción del borrego, queman unos troncos y de ahí sacan las brasas que necesitan. Empieza a oler rico y se nos abre el apetito así que prendemos el comal para calentar las tortillas rellenas de queso, los champiñones están listos y nos invitan a degustarlos, el tequila esta en los vasos, los refrescos también y las botanas están para acompañar todo esto. Los adultos se reparten las tareas para preparar todo y servir, los jóvenes en pequeños grupos platican, ríen, juegan a la pelota.


Como todavía nos sobra tiempo antes de comer realmente, vamos caminando hasta la cima del cerro, donde tendremos una vista preciosa sobre Nopala. Nos quedamos ahí un buen rato tomando fotos, el sitio es muy romántico con sus flores campestres que embalsan el aire. Poco a poco viene la noche, es luna llena. La comida debe estar lista, así que agarramos el camino de regreso al campamento.


El borrego ya esta, todo dorado y casi nos pide de comerlo. Sacamos las navajas, es así que se come el borrego a la griega, no se necesita plato, ni cubiertos, se degusta de pie, todos alrededor del hogar comiendo el pedazo de carne que acabamos de cortar, para los aficionados, lo acompañamos de un vino tinto a temperatura ambiental.


Una vez que acabamos de cenar, nos instalamos todos al rededor de la fogata, los señores son los que alimentan el fuego, una vez uno, otra vez otro, huele rico a campo, parece que estamos en otro mundo, otro siglo. Los grupos tornan, cambian, platicamos con uno, después con otro, damos la vuelta pasando de silla en silla, cada quien asa sus bombones.   


El agua para el Nescafé esta lista, las galletas están en los platos y pasan de mana en mano. Los jóvenes prefieren un pack de leche con chocolate, intentamos pensar en todos y según el gusto de cada uno. Algunos se regresan, otros llegan. Graciela, Armando, Gris y su hija Viví se despiden y regresan hasta Dañu para pasar la noche. Un poquito más tarde llega Chucho, era una broma lo que nos había dicho que iba a dormir en una casita de las vaquitas, va a dormir igual que nosotros en una casa de campamento. Los restos del borrego siguen sobre la brasa.


Algunos de los jóvenes deciden ir a pasear en la altura del cerro, vemos las lámparas desplazarse en la oscuridad. Para ellos es el fin de las vacaciones, en unos días empiezan otra vez con la escuela, algunos el próximo lunes así que hay que aprovechar de cada momento al máximo, es el propósito de esta salida, hacer que aprovechan de la naturaleza, del ambiente que hay entre nosotros, que estén al gusto.

 

Nos quedamos como hasta las 2h de la mañana, el menos cansado es Polito, tiene 6 años y como esta ruta es la tercera que hace con nosotros, nos pidió de aceptarlo como socio. Es el más joven del grupo y esta muy orgulloso de hacer parte de nuestro club.   


Guardamos lo que sobro de la comida en altura para que no la alcance los animales salvajes, no estamos seguros que van a intentar acercarse, pero por la duda, más vale prevenir. 


Los jóvenes suben donde están las casas de campamiento y preparan otra fogata, cuando subimos a acostarnos, están todos ahí platicando de todo y de nada. Nos despedimos de ellos y cada uno de nosotros entra en su tienda para pasar la noche. Es muy rico acostarse en el colchón, no hace nada de aire, solamente se escucha el silencio del cerro.


Buenas noches y hasta mañana.





Domingo 14 de Agosto de 2011


En el transcurso de la noche, de vez en cuando hay que volver a subir en el colchón, pues si, como se lo dije ayer, el terreno esta un poquito inclinado, pero no importa, estamos muy bien así, muy a gusto.


No se que hora es cuando oigo alguien gritar “Ami”, pienso que uno de nosotros esta soñando y aún si un momento después escucho el motor de un coche, no presto mucha atención. Todo lo que quiero es regresar a mis sueños y a la comodidad de mi colchón.


No nos levantamos tarde, apenas son las 7h cuando empezamos a escuchar el ruido de los cierres. Uno tras otro, todos salen de sus casas de campamiento. Al fin de cuenta, el grito que oí era Chucho, tenia que ir a trabajar y no savia en que casa se había quedado a dormir su hijo Tamy, intento llamarlo por el celular pero o no tenia batería, o lo tenia en vibración o simplemente lo tenia apagado, el hecho es que fue el único recurso que encuentro para llamarle la atención y hacer que saliera de su cama y de su tienda.


Bajamos donde se encuentra la « cocina ». Tenemos que preparar el desayuno para todo el mundo. Al principio estaba previsto hacer unos huevos revueltos con jamón, tocino o salchichas, pero queda muchas tortillas, queso y champiñones lo que hace que nos ponemos a preparar unas quesadillas para todos. El agua esta sobre la parilla para el Nescafé, queda bastante packs de leche con chocolate para los jóvenes y hay cecina que también vamos a asar. Tawa se ocupa del café y entre las dos, deshebramos el queso, preparo las quesadillas que Mina cuece con la ayuda de su papá, Sabás. Después ella sirve a todos, que bueno que  nos ayudo mucho, esta todavía muy joven, pero muy activa y en poco tiempo, todo el mundo quedo satisfecho.


Tawa quiere ver a su hijo Polito porque lo dejo acostado, hay que reconocer que es el más chiquito y que aguanto mucho ayer anoche quedándose hasta el último momento con nosotros.


Vemos llegar dos visitantes, dos vacas en libertad, se acercan del campamento, son muy curiosas. Tawa no tarda en aparecer, es la mamá gallina que protege a su chiquito. Vemos de lejos las vacas dar la vuelta de las cuatris, de la camioneta y acercarse a una de las tiendas. Nos divertimos ver como Tawa quiere correrlas con la ayuda de una escopeta o perdón un  palillo.

Se bajan hacia nosotros, se paran, nos miran fijamente, seguramente que se preguntan porque estamos aquí, y se largan tal como llegaron, tranquilamente, siguiendo su camino sin más preocupaciones. 


Subimos hasta el sitio « dormitorio », hay que empezar a empacar. Tawa nos dice que las quiso espantar porque empezaron a morder la tienda de David y también les dio miedo que corriendo iban a pisar la casa donde duermo Polito.


Cada uno se ocupa de desarmar su tienda, doblar los colchones, recoger sus pertenencias del día anterior. Todo el mundo trabaja por si mismo o ayuda a otros. Nos alcanzan Armando, Gris, Viví y Graciela, están sorprendidos de ver todo lo que ya hicimos, hay que saber que ayer anoche les dije que íbamos a desayunar como a las 9h. No sabía que  nos íbamos a levantar tan temprano.


El lugar ya esta despejado, no queda nada de nuestra estancia, ni un pedazo de papel, recogimos todo, así, si un día queremos otra vez pedir permiso para acampar aquí, nos van a decir que si, hay que respectar el bien del próximo, pero también hay que respectar la naturaleza “espíritu de nuestro club”.  


Los que acaban de llegar desayunan y empezamos a cargar las camionetas, las cuatris y el ranger, se acerca el regreso a casa y es con nostalgia que nos despedimos de las personas que desde ayer nos ayudaron y permitieron pasar una tan agradable tardecita con un delicioso borrego.


Ahora cada quien se sube en su maquina o en su camioneta y empezamos la bajada hacia Nopala. Ultima parada a la salida del pueblo, Sabás y Tawa nos invitan a comer en su rancho. Aceptamos. Entonces compran unos pollos rostizados para complementar con lo que sobro de la cena de ayer y del desayuno.


Pasamos primero en nuestro pueblo, algunos tienen que agarrar el camino de regreso a casa inmediatamente, como Karla y Luisito que tienen que tomar el camión para Guadalajara o como Polo y su familia que se van hacia Querétaro o Baldo, Graciela y Fer que regresan hacia Mexico, entonces es solamente un pequeño grupo que se dirige hacia el rancho para pasar el resto del día. 


Todo el mundo se mueve para ayudar, disponer las mesas, poner los manteles, los platos, los cubiertos, en menos que canta un gallo podemos sentarnos a comer, pasamos una tarde muy agradable, rodeados de alegría y de buen humor, algunos juegan un partido de tenis, otros siguen paseando en la cuatri y otros platican simplemente.


Hicimos al total 95km en 2 días, no es un record como ruta, pero seguramente que es una de las salidas que más aprovechamos como familia y entre amigos, es une experiencia que tenemos que volver hacer de vez en cuando.


Gracias a todos por su participación, por haber hecho de este fin de semana algo mágico con su buen sentido del humor, su ayuda y para haber sabido olvidarse un instante de todo lo que es el modernismo, el confort y haber sabido gozar de la  naturaleza.


Hasta muy pronto para una nueva ruta y una nueva aventura.


A esta salida participaron:


Para la ruta en moto:

Baldo, Fer

Sabás, Tawa, Mina, Bache,

Polo, Pao,

Diego,

Pepin,

Jipé, Ana,


Los que nos alcanzaron al campamento:

Armando, Gris, Mando, Fredy, Viví

Polito,

Verito,

David, Luis, Carlos,

Karla, Luisito,

Chucho, Tamy

Y las 5 personas de Nopala que nos acompañaron  durante estos 2 días.