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Todos los derechos reservados  DACOT 2013

By Anne Marie

DACOT     Dañú ATV Club Outlaw Trail

[22] Coscomatepec-Chachalacas, Ver.

Preludio:


Como todos los años desde que existe el club Dacot, salimos unos días entre Navidad y Año nuevo, con las cuatris y los RZR.


Por segunda vez vamos a estar 2 días en Coscomatepec, por tercera vez, vamos pasear en Jacomulco aunque en realidad fuimos solamente 2 veces porque la primera vez, Jipé y yo sufrimos un accidente y se cancelo el paseo del 28 de diciembre de 2011, pero estaba programado así que hay que tomarlo en cuenta. Y por cuarta vez, vamos a terminar esta salida en las dunas de Chachalacas.


Cuando se organizo esta ruta, grite “auxilio” por la redacción de nuestra aventura, pensaba que después de 2, 3, 4 veces que hacíamos el mismo recorrido, no iba a tener nada que contar, pero era sin tomar en cuenta que puede suceder algo imprevisto y también el hecho que iba a ver nuevos integrantes y que por lo mismo, las aventuras de ellos se convirtieran en las de nosotros.


Me ayudo Tawa con la salida del 27. Esperaba tener más ayuda para la bajada de los rápidos del día 28,  pero como todavía no he recibido nada y que tengo que publicar las páginas puedo solamente contar lo que viví, vi, o escuche.


Espero que tenga el mismo interés que las otras veces en leer la reseña de nuestra aventura de fin de año.


 

Miércoles 26 de Diciembre 2012


Nos levantamos a las 4h 30, la salida esta prevista para las 5h 30 y esta vez, empezamos la aventura con solamente 2 vehículos, el de Sabás y el de Jipé.


Salimos casi a la hora, son las 5h 50. En la camioneta de Sabás van Tawa, Mina, Bache y  Polito y en la de Jipé están Silvia y yo, Ana. Pues si, Silvia nos acompaña y estamos felices de tenerla con nosotros aunque esta vez no están sus hijos para compartir con nosotros esta aventura y es una lastima.


Como a 10km del punto de salida, justo antes de tomar el autopista, nos encontramos con Pepín, el iba a venir con Conchita y Ana Celia, pero Conchita esta enferma, así que están solamente los dos, padre e hija.


Ya empezamos la ruta, ahora si podemos decir que comienza la aventura en este preciso instante. Diez minutos después nos paramos en una gasolinera para llenar los tanques de las camionetas. 


A las 8h 15 pasamos sin incidente la primera caseta, seguida media hora después de la segunda, otra media hora y pasamos la tercera, no hay paradas de previstas porque el desayuno nos espera en Coscomatepec, así que seguimos en la autopista con muy poquito tráfico. El tiempo afuera esta frío, 2ºc, pero al interior de los vehículos, la temperatura esta muy agradable y el ambiente también, las pláticas van muy bien.


Empezamos a ver de lejos el volcán, El Pico de Orizaba, como bien lo saben, su cima culmina los 5750 m.s.n.m. es un volcán inactivo y el más alto de México, parece que hay menos nieve que el año anterior pero no hay que olvidar que lo que vemos es la parte sur y por supuesto es normal que tiene menos nieve, hay que esperar de ver la parte norte para tener una mejor idea.


Entre la cuarta y la quinta caseta, hacemos como media hora de espera, hay que estar con paciencia, estamos de vacaciones y apenas si comienza la aventura, vamos a decir que esto también, hace parte de ella.


Tomamos la salida dirección Fortín, no vemos ninguna señalización que nos indica que vamos bien hacia Coscomatepec, pero tenemos mucha fe en el GPS y en el chofer de cabeza, Sabás.


Llegamos al hotel donde como el año pasado reservamos las habitaciones, son las 11h 15 y acabamos de recorrer 415 Km. Coscomatepec es una pequeña cuidad del estado de Veracruz, su población es de 13796 habitantes y se encuentra a 1520m de altitud, por su situación geográfica, prácticamente todas las calles son pendientes o subidas dependiendo del lugar donde nos encontramos. Curiosamente, es una cuidad donde podemos tener las 4 estaciones del año en el transcurso del mismo día así que es usual ver a unas personas en playeras y otras con suéter. Hay que reconocer que es muy pintoresco y divertido a la vez.


Nos sentamos al rededor de las mesas que nos instalaron en el patio del hotel, nos sirven unos huevos a la mexicana y otros con chorizo acompañados de la especialidad del estado, una salsa muy picante hecha a base de chiles secos macerados en aceite. Después viene el café con pan dulce.


A las 13h 30 salimos, pero esa vez dejamos las camionetas en el hotel y tomamos para algunos las cuatris y para otro como Jipé y yo, el RZR. Hugo, el dueño del hotel se ofreció para llevarnos hasta una plantación de café. El toma su coche lo que permite a Silvia y Polito de acompañarnos. Pensamos que el paseo es de más o menos una hora.


A las 14h 20 llegamos a la orilla de un río, el lugar esta preciso y hay unas señoras que lavan la ropa, el agua no parece fría, le llega hasta las rodillas. El río se llama Ixhuatlán y proviene directamente del deshielo del Pico de Orizaba. Nos paramos arriba de una roca grande que logramos subir brincando de roca en roca y tomamos fotos del grupo. Por curiosidad, tocamos el agua del río, si las señoras están ahí lavando la ropa sin prisa, debe estar rica……Esta helada, no sé cómo hacen para soportar estar tanto tiempo así, lavando su ropa a mano. En Francia también hubo señoras que lavaban la ropa de esta forma, pero por lo menos no tenían los pies en el agua.


Subimos en las maquinas para seguir el paseo. La orilla de la carretera está llena de arbustos de café, no sé si es bien legal la cosecha del café en la orilla de la carretera porque parece que los niños y los adultos que lo hacen, lo hacen a medio escondido y como que si no quisieran que los vieran aunque hay letreros que dicen “aquí se compra café” 


Una pequeña pausa para los que tienen un poquito de hambre y que quieren comer algo ligero. El tiempo está un poquito más fresco y todavía no llegamos a la plantación.


Nos paramos nuevamente, pero esta vez en un restaurante para comer, son las 16h 30. El restaurante se llama “La Herradura” el lugar está muy agradable y aunque casi nadie tiene hambre, todos vamos a comer algo. Salimos del restaurante, son las 17h 30 y está lloviendo, por eso decidimos dar la vuelta y no seguir más adelante porque todavía nos faltan 60 Km. que recurrir, estamos cansados, en primero porque nos levantamos muy temprano y en segundo porque la ruta que hacemos es muy desgastante por los que manejan, estuvimos casi únicamente en carretera, hay que tomar en cuenta los inconvenientes que implica manejar así, es a decir que casi no hay visibilidad para rebasar los tráileres, no tenemos potencia porque las cuatris o el RZR no están hecho para este tipo de carreteras. Llegamos al hotel son las 18h 15 y todos estamos muy contentos de cambiar de ropas y poner algo seco. Hoy hicimos 97 Km.


A las 19h 50 nos alcanzan Jorge, su esposa Laura, 2 de sus 3 hijos, Jorgito y Andrea. Poco a poco se va armando el grupo Dacot.


A las 20h 30 cenamos con un guisado muy ligero, pechuga de pollo, unos triangulitos tipo sopes rellenos de frijoles y café con pan dulce.


A las 22h subimos en las habitaciones a descansar.


Jueves 27 de  Diciembre 2013


Jipé estuvo malito toda la noche lo que hace que en la mañana ni él ni yo pensamos hacer la ruta con el grupo y es una lástima, tanta preparación por al final quedarse en el hotel. Lo que me consuela es que Silvia también se queda para cuidar de Polito, no voy a estar sola, al contrario, voy a estar en muy buena compañía.


Como Laura es doctor, checo el momento en que sale de su habitación para bajar a desayunar para pedirle consejo sobre el tratamiento que tengo que dar a Jipé. Nos vamos las dos en la farmacia que está en esta misma calle. Para llegar allá este todo bien, hay una bajada muy bonita pero que decir después de la subida. Nos encontramos con Sabás y Mina que van también en la farmacia pero ellos bajaron en cuatri. Debe haber algo en el aire porque Jipé no es el único que paso una mala noche, solamente que para los demás, todo paso y hoy están bien.   


Sirven el desayuno un poquito más tarde que lo previsto, el grupo quiso esperar a ver si Jipé se animaba, hasta van a verlo en la habitación uno tras otro para ver si lo deciden pero el dice que no que no se siente ni de manejar ni de exponerse al frío, entonces nosotros nos quedamos en el hotel, prefiere descansar hoy y hacer la ruta de mañana que nos lleva a Jacomulco y los rápidos, los quiere bajar con nosotros.


Finalmente son las 10h 30 cuando sale el grupo hacia el refugio de « Piedra Grande », sobre el lado norte del Pico de Orizaba. Antes de que salen, entrego los sándwiches que teníamos de previsto hoy para la comida, me quedo con algunos para Silvia, Polito y yo.


Paso una parte de la mañana tranquila, estoy en el lobby con un libro que traje de mis vacaciones en Francia, Jipé está durmiendo, Silvia cuida de Polito que también duerme por el momento, no voy a verla porque vamos a empezar a platicar y corremos el riesgo de despertarlo, mejor que descansa.


Cuando se despierta Polito, Silvia le da su desayuno y salen alcanzarme, al mismos tiempo se despierto Jipé y también le di algo de comer, unas manzanas, no quiere otra cosa.


Vamos a pasear, Silvia, Polito y yo, mando un mensaje en el celular de Tawa para decirle que todo este bien, lo escuchara en cuando tendrá señal porque parece que por el momento, donde están, no hay recepción.   


Hablamos del recorrido, como lo hice el año pasado, me imagino un poquito el paisaje que atraviesan, las dificultades que encuentran, el frío que sufren. Aquí el tiempo esta variable, cuando nos levantamos, estaba nublado, después salió el sol e hizo calor y ahora hay un poquito de viento lo que nos obligan a quedar tapados. A Polito no le gusta mucho caminar por lo que regresamos al hotel. Jipé esta mejor pero todavía se siente débil.

 

A las 14h, Silvia, Polito y yo comemos los sándwiches, puede ser que al mismo tiempo, los del grupo también están comiendo los suyos. Estamos ansiosos que regresan para contarnos como han vivido esta ruta. Pedí a Mina de tomar apuntes para no olvidar nada de todo lo que les paso durante el recorrido hacia el Pico de Orizaba y el regreso hacia el hotel.

Esperamos la llegada de Baldo, Graciela, Fer, Grace, Raúl y Vale.  Pensamos que no van a llegar antes de la nochecita, pero no, apenas son las 15 h cuando llegan. Como siempre, Baldo es muy atento y nos ofrece un tequila y de botana, unos quesos. Platicamos un momento y después se van a comer al restaurante. Fer come los sándwiches que sobraron se que les encanta. Jipé se queda un momento con nosotros.  


En el patio del hotel, hay algunas tiendas y una de ellas tiene juegos videos así que Silvia logra convencer a Polito de hacer unos partidos con el joven que atiende la tienda. Acepta, no enseguida porque es muy tímido, pero Silvia es muy convencedora cuando se lo propone. El tiempo que está jugando, nos instalamos en el patio a tomar un café y de ahí, vigilamos a Polito.


Se nos hace eterno sin el grupo, ya queremos verlos, saber cómo les fue, no es muy tarde pero se obscureció y estamos impaciente Silvia y yo, cada vez que escuchamos un ruido de motor, nos asomamos a ver si son ellos pero hay tantas cuatris aquí, que nunca son ellos.


Esta vez si, son ellos que acaban de llegar. Enseguida queremos saber cómo les fue, pero ellos quieren saber cómo esta Jipé. Entonces la plática se convierte en un intercambio de noticias.


Reseña de Tawa:


Partimos rumbo al volcán Citlaltépetl, más conocido como Pico de Orizaba, pero antes nos desviamos a cargar gasolina, ya que nuestros tanques estaban vacíos por la ruta del día anterior, esta vez nuestro grupo es pequeño, al frente Sabás y Mina, seguido por yo Tawa y Bache, Jorgito y Andrea, Jorge y Laura y por ultimo Pepín y Ana Celia.


Iniciamos la conquista del Volcán más alto del México El Pico de Orizaba (última erupción 1846) no llevamos guía, seguimos la ruta marcada en el GPS de la visita del año anterior.


Apenas habían transcurrido 10 minutos desde que comenzamos la ruta cuando se agotaron las baterías del GPS, por lo que nos detuvimos a comprar otras en el pueblito Calcahualco,  al estacionarnos en la tiendita, pudimos percibir un aroma poco agradable, similar a “huevo podrido”, por lo que decidimos apresurarnos a salir de ahí, pocos kilómetros más adelante nos damos cuenta que Pepín no nos seguía, por lo que nos detuvimos a esperarlo,  aprovechamos para revisar que funcionaran las cámaras correctamente, Pepín no llego después de 5 minutos, por lo que Sabás decidió regresar a alcanzarlo, todavía no dejábamos de escuchar el sonido de su moto, cuando Sabás nos hizo señas con la mano indicándonos que bajáramos a alcanzarlo a 200 m atrás. Regresamos y encontramos a Pepín desarmando su cuatri, cuando nos quitamos los cascos nos damos cuenta que no era el pueblo, que acabábamos de dejar el que olía feo, si no que eran los vapores de la batería de su cuatri de Pepín, que venía calentándose por una falla en el regulador de voltaje que recientemente acababa de mandar reparar.

Mientras Pepín, Sabás y Jorge trataron de reparar el problema, el resto del grupo observamos un manojo de rábanos hermosos y grandes  junto a nosotros,  preguntamos a la señora de la casa si vendía los rábanos, nos dice que si los vendía y que precisamente en este momento va a cosechar mas con su hija, por lo que Laura, Andrea, Mina y yo le preguntamos si podíamos acompañarla a ver su Invernadero. 

Nos sorprendimos al entrar a su invernadero, porque tenía muchísimas plantas de rábanos y  su esposo ya estaba cosechando, sacamos fotos y le compramos un racimo, nos dice que 12 piezas valen 5 pesos. Al salir del Invernadero nos damos cuenta que Sabás y Pepín se habían regresado a conseguir una batería al pueblito que acabábamos de pasar, por lo que  aprovechamos para comer unos deliciosos sándwiches que Ana nos había preparado,  después de aproximadamente 15 minutos, llegaron con una enorme batería de automóvil, la cual instalaron con varios cables en el estribo de la cuatri de Pepín.


Debido a que la adaptación era improvisada, no sabíamos con certeza, si duraría su energía durante toda la ruta, partimos con la duda, pensando en que tal vez el continuar con la moto en esas condiciones nos podría ocasionar mayores problemas, porque al alejarnos cada vez mas de los lugares poblados, perderíamos la posibilidad de pedir ayuda para que una camioneta nos pudiera llevar la cuatri  al Hotel.


Nos aventuramos y confiamos en que la carga de la batería nos iba durar durante todo el trayecto, seguimos avanzando, empezamos a subir la montaña disfrutando el paisaje que parecía como una bella postal, con el volcán nevado de fondo, continuamos sin contratiempos durante un tiempo hasta que las motos empezaron a sentir los efectos de la altitud, manifestándose con disminución en su potencia y en el caso de la cuatri de Pepín con continuas fallas que ocasionaron desplazarnos con mayor lentitud.

 

Dos kilómetros antes de llegar al refugio y después de repetidas paradas esperando a Pepín, él nos dijo que mejor continuáramos, que si su cuatri se lo permitía nos alcanzaría más adelante.

 

Continuamos con nuestra ruta, y empezamos a encontrar varios vehículos 4x4 que nos habían rebasado durante el camino en las paradas técnicas que hicimos, ellos ya no podían continuar porque sus ruedas patinaban en la arena por las pronunciadas pendientes y habían decidido mejor caminar.


Al llegar al objetivo, el refugio Norte, el aire estaba muy frío y fuerte, mucho más que en la ocasión anterior, había ráfagas de viento tan fuertes que nos tumbaron varios cascos de las motos y los hizo rodar por varios metros cuesta abajo.


Jorgito, Andrea y Jorge, emprendieron una caminata por la ladera, mientras que el resto del grupo esperamos observando los cambios que la naturaleza había causado por las intensas lluvias, así que aprovechamos el momento para proveer nuestro cuerpo de energía, disfrutando nuevamente de los deliciosos sándwiches que llevábamos. 20 minutos después, se escucho que Pepín se aproximaba, había estado avanzando por tramos para alcanzarnos, después de muchas paradas y con el motor que se oponía a continuar, logró llegar!!!!!   Jorgito, Andrea y Jorge ya habían regresado, eran las 4 de la tarde y queríamos dejar cuanto antes el extremoso clima al que estábamos expuestos así que nos disponíamos a subir a las cuatris, cuando vemos a Pepín seguido de Ana Celia a medio camino de la subida a pie sobre la ladera.


Nos acomodamos nuevamente en detrás de las motos para que nos cubrieran del aire helado y esperamos de 15 a 20 minutos a que regresaran. Estábamos congelándonos, el sol se estaba ocultando detrás de la montaña y el aire se sentía cada vez más frío.


En cuanto bajaron, subimos inmediatamente a las cuatris, Jorge fue el primero que arrancó y empezó a descender, seguido por mí, Sabás, Jorgito, por ultimo Pepín, nuestras manos estaban congeladas, costaba trabajo manejar el manubrio de la cuatri, a medida que descendíamos entre el bosque podíamos sentir como se mejoraba el clima.


Solo unos kilómetros habíamos recorrido y todavía en la montaña, cuando nos sorprendió la cuatri de Jorge con una llanta ponchada, literalmente se le hizo un hoyo con una piedra que no pudo librar, fueron varias paradas para inflar la llanta, el hoyo era muy grande y no retenía el aire, por lo que opto tapar el orificio con un palito que Laura encontró.


Dado que la moto de Pepín seguía fallando, el decidió ya no esperarnos más cuando parábamos a inflar la llanta de Jorge, así que se adelantaron y continuaron solos hacia el Hotel.


Su invento de Jorge funcionó, su llanta mantuvo el aire, ya estaba oscuro y aunque ya no hacia tanto frío como en el refugio, se empezaba a formar una densa niebla, eran alrededor de las 7 de la noche y ya no traíamos combustible, Sabás se detuvo en una refaccionaría que encontró que vendía gasolina, le pusimos 5 litros a cada moto y continuamos nuestro camino de regreso, que ya era corto.

 

Llegando al Hotel en Coscomatepec encontramos a Pepín que también a duras penas iba llegando, todos sanos y salvos, cansados pero muy contentos de haber logrado concluir la ruta programada sin problemas mayores. Hoy hicimos 75 Km.


Fin del comentario de Tawa y del mío. Todo el mundo saluda a Baldo y su familia, todo el mundo pregunta por Jipé y después de bañarnos, nos vemos todos para cenar en el patio del hotel. Subimos después cada quien en su habitación con la finalidad de descansar para estar listos para la nueva aventura de mañana.



Viernes 28 de Diciembre 2012


El desayunos esta previsto a las 8h 30, pero por supuesto que a esta hora nadie esta listo, lo que hace que en lugar de dejar Cosmomatepec a las 9h 30, salimos a las 10h 35.


Tuvimos que empezar por cargar las maletas en los vehículos, después subir en las camionetas o en los remolques, las cuatris y los RZR, todo esto toma su tiempo. Queríamos salir temprano para llegar a buena hora en Jacomulco, bajar los rápidos, comer en el camino hacia Chachalacas y cenar llegando allá.


En Jacomulco nos espera el resto del grupo, los que apenas hoy, empiezan la aventura, es a decir, Joaqui, Karla, Luis, Polo, Vero, Verito, Camis, David, Carlos David y Luis David. Cuando llegamos al estacionamiento, los vemos a todos esperándonos y aunque hace solamente 3 días que no nos hemos visto, tenemos muchísimo gusto de volver a encontrarnos. 


Platicamos de cómo nos fue en el viaje y después, vamos hacia la recepción para inscribirnos para bajar los rápidos.

Aunque ayer anoche los que organizan este tipo de actividades mandaron un mail a Jipé preguntando si confirmábamos la bajada, a qué hora pensábamos llegar y el número de personas que aproximadamente pensaban participar, no fue por eso que nos toman en consideración, lo que tiene el don de hacer enojar a Jipé porque por supuesto que él contestó a todas las preguntas y es por eso que quería que llegáramos a medio día.

Nosotros aquí estamos a la hora prevista, solamente que nos enteramos que no vamos a bajar antes de las 15h…..Pues sí, no sé porque hicieron tantas preguntas si es para colocarnos con el grupo normal que se forma después.


Hay que ser paciente y empezamos por sentarnos en la terraza del bar, disfrutando de une rica cerveza para algunos, una Michelada para otros o simplemente tomando un refresco. Tenemos que esperar hasta las 14h para tomar el curso que nos van a dar sobre las reglas de seguridad que tenemos que seguir y cómo comportarnos si uno de nosotros cae al río.


No todos van a bajar, de las 30 personas que componen el grupo, solamente 16 nos inscribimos. Grace, Raúl y Vale siguen hacia Chachalacas para disfrutar de la playa. Jorge prefiere ir hasta Veracruz para aprovechar a que le arreglan la llanta de su cuatri, con el se van, Laura, Jorgito, Andrea, Pepín y Ana Celia. Después hay los que se quedan en la alberca, como Graciela, Silvia, Camis y Polito. 


Nos ponemos los chalecos, los cascos y agarramos cada uno un remo (que nos facturan 50 dólares si lo perdemos en el río). Tomamos una foto del grupo antes de subir al camión que nos lleva al lugar de donde vamos a salir a las 15h.


Es muy reconfortante escuchar, atrás de nosotros, las preguntas que uno hace al instructor y las respuestas.

  • ¿Hay balsas que se voltean?

  •  A veces si

  • ¿Hay gente que se caen al río?

  • Hoy en la mañana se cayeron dos personas

  • ¿Tienen muchas experiencias en esto o hacen esto ocasionalmente?

Bueno, reconozco que a este punto de la conversación, intente concentrarme en otras cosas.


Llegamos a la orilla del río, parece mas tranquilo de lo que pensaba, lo que me gusta de esta salida en diciembre es que es el periodo donde hay menos agua en el río.


Empezamos par calentarnos con unos movimientos que nos enseña un instructor, son las 15h 15. Movimientos de cuello, de brazos, de piernas, de cadera, hay que mover todo, pero ya estamos listos.

Al total, somos 40 personas y vamos a subir en 8 balsas. Lo que me gusta es que no mezclan los grupos lo que hace que el grupo Dacot se sube en 3 lanchas.

  • 1) 6 personas: Polo, Vero, Verito, Karla, Luis y Carlos David. Instructor, Rosendo. 

  • 2) 5 personas: Baldo, Fer, David, Luis David y Bache. Instructor, Melecio.

  • 3) 5 personas: Jipé, Sabás, Ana, Tawa y Mina. Instructor, Josué.


Empezamos muy bien, cruzamos el río en balsa y cada lancha toma su puesto del otro lado, no empezamos la bajada si no estamos todos listos, en posición. Nos tenemos que esperar, las 8 balsas van a bajar juntas, a ningún momento nos separamos y vamos a pasar los puntos delicados una tras otra sin perder de vista a los demás. Un instructor en un kayak nos acompaña por la seguridad. Nos esperamos, nos animamos, nos regamos. Este brazo del río se llama el “río Pescados” y lo alimenta el deshielo del Pico de Orizaba.

 

Estamos calientitos por estar bajo los rayos del sol y los primeros chorros de agua que nos avientan los ocupantes de otras embarcaciones, nos quitan el aliento. Rápido nos va a dar frío porque el so ya no está a su cenit. Es un poquito por esto que queríamos bajar más temprano, pero parece que esta compañía hace solamente 2 bajadas al día, una a las 9h de la mañana y la otra a las 15h de la tarde.


En los momentos de calma, platicamos con el guía, le preguntamos cuál es el grado de dificultad en la bajada de hoy y el nos dice que estamos a un nivel 4. El año pasado, en la misma época, habíamos bajado con un nivel 3. ¿Cuál es la diferencia? La dificultad.

Más chiquito el numero, más agua en el rió, menos riesgos de que se cae uno al agua, más grande el numero, más riesgos de que se voltea la balsa. Y yo que pensaba todo el contrario. Creía que en diciembre como el nivel del agua estaba más bajo, había menos riesgos, pues no, es cuando hay más riesgos de voltearse porque la fuerza del río es la misma, pero con menos agua, las balsas pegan más fuertes todas las rocas que están casi a la superficie y es cuando pueden voltearse o por el impacto, que alguien se cae.  Por eso que el primero rápido que pasamos y que se llama “la prueba”, nosotros nos quedamos atascados sobre una roca y el instructor tuvo que bajar en el agua para liberarnos. Varias veces vamos a tener que brincar sobre la orilla de la balsa para darle un impulso y que avanza. Como somos numerosos pasa que una de la lancha se queda atascada en una roca y que viene otra y se le sube encima. Cuando pasa, gritamos, pero como dicen en Francia, “el miedo no quita el peligro”. 


Hay unos puntos muy fuertes, tanto, que pasamos por abajo el chorro de agua. Le recuerdo que esta helada. Me acuerdo de las palabras del instructor al momento de las recomendaciones, “Y por favor, señoras, no empiezan a arreglarse el pelo cuando les pido de remar fuerte….” ¿Y no dijo nada a los señores?......Porque en nuestra lancha, Sabás y Jipé platican, se ríen más que nosotras, Tawa y yo tenemos que volver a decirles las instrucciones del monitor “reman por atrás”, “reman fuerte”, “alto”. Mina está muerta de risa de oírnos.


A un momento dado, la lancha se va en reversa lo que hace que Sabás y Jipé se encuentran atrás, y Sabás, bromeando, toma el lugar del instructor y nos dice “ahora reman fuerte” y el monitor le contesta cruzando los brazos “Pues no, ahora no entiendo nada y no hago nada”. Los que nos hizo reír a carcajadas y volvimos a ponernos en el buen sentido.


De repente, vemos a todas las embarcaciones estacionadas contra las rocas, a la orilla del río, los instructores se bajan y encargan cada lancha a un responsable que el designa, tiene que cuidar que la balsa no se mueve de ahí. Todos agarran su cuerda salva vida y se van corriendo, brincando las rocas. Nos preguntamos que esta pasando, pero no vemos gran cosa, sino que hay mucha gente en el agua en el lugar fuerte que acabamos de pasar, parece que una de las lanchas se quedo atascada entre los remolinos. Perdemos casi media hora en sacarla de ahí. Lo que pasa es que la lancha hizo lo que llaman “la corbata” con una roca, es a decir que se enrollo lateralmente con ella, la abrazo tanto que uno de los asientos voló y era imposible que pudiera salir de este paso solo. Todos los instructores tuvieron que ponerse al agua para ayudarlos a despegarse de la roca y seguir la bajada. Todos están sanos y salvos, pero los instructores nos dicen que cuando uno está en dificultad y que los otros los tienen que ayudar, después del rescate, el instructor tiene que pagar una caja de cervezas. Y es cuando nos enterramos que en la mañana 2 personas se cayeron al agua.       


Llegamos a un lugar muy tranquilo del río donde es fácil meterse al agua, pero menos fácil volver a subir en las lanchas aun con el curso que nos dieron antes de salir. De la lancha de Polo, todos se tiran al río, en la de Baldo, solo el se quedo abordo y en la de nosotros, solamente Mina tiene el valor de mojarse. 


A las 17h 15, nos paramos en una playa chiquita para disfrutar de unas ricas rebanadas de jícama, sandia y piña que podemos rozar de chile en polvo. Nos obligan a tomar un vaso de agua, nos dicen que aunque no nos damos cuenta, estamos todos deshidratados. Al final, nos ofrecen una barra de chocolate. A las 17h 30 nos subimos otra vez en las lanchas para seguir con la bajada del río. Jipé sufre de un pequeño incidente con su traje de baño, pero nada grave. 


Pasamos delante de la playa donde nos paramos el año pasado, casi no existe. El instructor nos dice que eso proviene del río que cada año gana un poquito sobre la orilla royendo las rocas.


Llegamos a la última curva y una de las más difíciles, arriba de una roca, esta un fotógrafo para inmortalizar el momento. Una tras otras, las lanchas están empujadas por los remolinos, Sabás pone cara de miedo, pero en lugar de hacer igual que el, eso nos provoca unas tremendas carcajadas.


Se acabo el paseo en el río a las 18 h. Estamos congelados y no todos aceptamos la cerveza heladas que nos ofrecen en el camión, algunos habíamos preferido un café caliente.



Una pequeña paréntesis, los mosquitos o chaquistes se aprovecharon de nosotros y tenemos las piernas y los brazos llenos de piquetes, ahora entendemos porque el personal que nos asesora nunca está en traje de baño, ellos están en pantalones y con playera de mangas largas.


Regresamos en camión hacia el club y nos encontramos con los que nos esperaron tranquilamente, jugando dominós o cartas. Pasamos a bañarnos y a cambiarnos en el tiempo que están grabando los CD de las fotos que tomo el fotógrafo. Intercambiamos nuestras impresiones, es así que nos enterramos que en la última curva, Karla se cayó al río pero no pánico, no soltó su remo, siguió las instrucciones del monitor que la agarro por su chaleco y la mantuvo así hasta llegar a una zona más tranquila donde todos ayudaron a subirla otra vez a la lancha para acabar la bajada. Tiene unos moretones.


Compramos los CD y vamos hacia el estacionamiento para recuperar las camionetas y seguir la ruta hacia Chachalacas. Es muy tarde para pararse a comer, cenaremos, como lo teníamos previsto en el hotel “La Pingüi”


Son las 19h 15 cuando dejamos Jacomulco y las 20h 30 cuando entramos en Chachalacas. Jorge, Mitzy (los dueños del hotel) y sus hijas están felices de volver a vernos, es la cuarta vez que los visitamos y ahora, somos como de la familia, nos dicen que para ellos, en esta temporada, somos como la cereza en el pastel. Muy gentil ¿no?


Cuando visionamos el CD de las fotos que tomo el fotógrafo del paso difícil, vimos muy bien como se cayó Karla y debo reconocer que es muy espectacular. La vemos echarse por atrás, una pierna por arriba (nos dice que levanto la pierna por miedo de perder el zapato), volcarse por encima del bordo de la balsa, desaparecer totalmente en los remolinos, vemos solamente el casco que sale del agua y después vemos al instructor que la mantenga por su chaleco y ella se queda así, movida por la fuerza del río hasta la zona de plena calma, ahora solamente, el monitor y los otros ocupantes de la lancha, pueden ayudarla a volver a bordo.


El buffet que nos espera para la cena, está muy abundante, rico y una vez el estomago llenito que podemos irnos a nuestras habitaciones para instalarnos y  pasar una buena noche reparadora aunque los piquetes de los mosquitos no nos dejan en paz. Son las 23h y mañana el desayuno esta previsto a las 8h.


¡A la conquista de las dunas, como dice Graciela, por esto venimos!!!!!!


Sábado 29 de Diciembre 2012


Tenemos que desayunar a las 8h porque queremos empezar el paseo a las 9h para tener tiempo de hacer la ruta completa, prevista para este día. Durante la noche soplo fuerte el viento, es el norte y nos puede afectar por el frío.   


Pero como nadie está listo para esta hora, empezamos a desayunar más tarde, como a las 8h 30 lo que hace que son las 9h 50cuando salimos del hotel. Al total somos 13 cuatris y 2 RZR, habrá que vigilar todo este mundo para no perder a nadie en camino.  


Esta vez empezamos la ruta un poquito más lejos en la playa, no vamos como las últimas veces en las primeras dunas que son chiquitas. Aunque algunos son principiantes en las dunas de Chachalacas, nadie se niega y todos están listos para cualquier obstáculo. Para Jipé y para mí no es la primera vez que bajamos dunas pero aun así, nos quedamos atascados arriba de la primera grande que queremos bajar. Lo que pasa es que no debemos marcar ni un tiempo parado debido a que el RZR es más largo que una cuatri, hay que empezar la bajada sin ver nada, ni a donde vamos a llegar porque del interior del RZR no se alcanza ver nada, no hay visibilidad y no sabemos lo que nos espera.


Los guías vienen a ayudarnos porque con eso, ya nos quedamos atorados en la arena. Jipé me pide de bajar del RZR, lo hago pero no estoy muy tranquila porque pienso que falta poco para que de repente el RZR empieza a bajar y me lleva con el, pero no, me bajo y me quedo  sobre el pico de la duna esperando que lo liberan. Ya quedo, ahora me dice Jipé de volver a subir, creo que es peor porque ahora me imagino poniendo un pie adentro y que así se va el RZR sin darme tiempo de sentarme y de ponerme el cinturón. Pero no, me apuro en subir, me pongo el cinturón y amaro la reja de tela que sirve de puerta y estamos listos para bajar.


Todo está muy bien y podemos seguir nuestro camino, pasamos de una duna a otra, de una cresta a otra, de una vertiente a otro con fondo, el océano atlántico. Es un contraste maravilloso para los ojos, una pintura natural de una belleza increíble, no nos cansamos de verla. No sé si regresamos a las dunas todos los años por la dunas mismas o por el maravilloso paisaje. Personalmente, para los dos. Mis pensamientos siguen el movimiento de las olas que se hacen y se deshacen.   


Como cada año desde hace 4 veces, queremos intentar cruzar el brazo del río que se junta con el mar o podemos decir que es el mar que se junta con el brazo del río. Son las 11h 15.


Jorge nuestro guía nos dice que pudieron cruzar, hace poco, entonces, vamos a ver. La cuatri que van a usar para intentar pasar del otro lado es la de Jorge. Ayudándose de varios cuerdas amaradas entre ellas y después a la cuatri vemos a Jorge entrar en el agua, no hizo ni 5metros que se rompe una de las cinchas. Sabás y Baldo se mojan para recuperarla e intentar retener la cuatri. Al principio no hay mucha agua pero más avanza y más el fondo del río que es de arena se hunde con el peso de la cuatri. Ahora el agua le llega hasta la cintura y Jorge pide que lo regresemos a tierra firme.


 

Enseguida todo el sistema de seguridad se pone en marcha…….David corre para alcanzar la cuatri de Sabás y ayudar al otro guía a salir de esta postura. 


Con cada olla que llega, la cuatri de Jorge se hunde más. Jipé alcanza a Baldo para ayudar a jalar las cuerdas, estas se enrollan primero a las llantas de la cuatri de Jorge y después a la de Sabás, es una cacofonía de movimientos que van en todos los sentidos, al fin, no estamos preparados para afrontar este tipo de situación. Jipé y Baldo se entre-chocan a jalar la cuerda de la cuatri de Jorge y acaban en el agua. Yo grabo y tengo que reconocer que de este punto de vista, es muy pintoresco. Finalmente Sabás lo puede sacar con su cuatri, entre risas y sonrisas, esfuerzos y consuelos, logramos sacar Jorge de este mal paso. Bueno, finalmente, vamos hacer el mismo circuito que los otros años, es más seguro. Retomamos la ruta son las 11h 45.


Ahora estamos en un sendero de tierra, se nos hace eterno, pero no, porque no hacemos más de 15mn para llegar al pueblo donde cada años nos paramos para refrescarnos.


No nos demoramos más de media hora. Es muy chistoso porque cada año vemos a los mismos perros en libertad en la calle, que nos ladran cuando llegamos, están muy bonitos, chiquitos pero con mucha voz.


Casi son las 13h cuando llegamos a « nuestro » árbol. Estamos mucho mejor en las dunas que en el polvo pero tenemos que pasar por aquí si queremos tomar la foto tradicional del grupo. Hay que reconocer que tenemos nuestras manías.


Volvemos a la playa y a las dunas. Paramos las maquinas y Pepín saca un papalote que quiere hacer volar. Desde el día anterior que hay un fuerte viento del norte y quien dice viento en las dunas, dice arena en constante movimientos.


Con muchas dificultades, Pepín logra hacer que el papalote toma su vuelo. Durante este tiempo, cada uno de nosotros se va por su lado, algunos suben y bajan las dunas que están alrededor de nosotros, otros se van a divertir, manejando a la orilla del mar.


Sabás deja que Mina maneja, Jipé quiere hacer igual conmigo pero le digo que no, que me duele mucho mi tobillo por todos los piquetes de mosquitos, ahora está todo hinchado y duro como piedra y parece que tengo calentura en esta parte del cuerpo, prefiero en estas condiciones, abstenerme.


Bueno, ahora vamos a pasar a cosas más serias y tomamos el camino hacia el río para ir a comer, allá nos espera un buffet de mariscos (camarones, pulpo, ceviche de pescado etc..). Todo lo prepararon las cocineras del hotel de Jorge. Todo está muy bien organizado, el único inconveniente, el viento que desde la mañana no paro ni un instante. Para comer no es lo ideal, la sopa de camarones se enfría rápido en el tazón y no podemos ponerlo en la mesa sin sostenerlo, porque vuela, el caldo se sale solito de la cuchara, hay que agarrar las servilletas, en estas condiciones, no nos quedamos mucho tiempo en el lugar. Una vez que acabamos de comer, recogemos todo. Pin, uno de los guías de Jorge que esta vez no vino con nosotros sino que se quedo al cargo de toda la instalación para la comida, nos enseña cómo hacer un chapulín con hoja de palmera. Es increíble como se parece. Le quedo muy bonito.


Prefiero no seguir con la ruta, me duele demasiado el tobillo, mejor me regreso al hotel a descansar. Me voy en la camioneta de Sabás que maneja Silvia que nos alcanzo para comer en compañía de Joaqui, Vero, Camis y Polito. En otra camioneta vinieron Raúl, Grace y Vale. Todos se regresan al hotel para seguir disfrutando de la playa o de la alberca. Propongo a Vero de tomar mi lugar en el RZR con Jipé. Enseguida acepta y estoy más contenta de mi decisión cuando me enterró que nunca ha bajado las dunas, entonces para ella es su primera vez y le toca las dunas más altas y en parte de noche.


Dejamos el lugar de la comida son las 16h 45. Atravesamos un pueblo, no he tenido tiempo de apuntar el nombre, pero me sorprende de ver lo bonito que esta el panteón. Rebosa de flores artificiales, las sepulturas están adornadas, hay muchos ramos colgados a lo largo de todos los pasillos, no es para nada triste, es maravilloso.


A las 17h 30 llegamos al hotel “La Pingüi”. Tuvimos que dar una vueltecita por un incendio que los bomberos estaban controlando. Silvia me da la medicina que me recomiendo Laura, me pongo una bolsa de hielo en el tobillo y descanso hasta que llega el resto del grupo. Varias veces viene a visitarme Silvia para ver como sigo. No estoy sola para nada.


El grupo esta de regreso a las 18h 50. A Vero le gusto mucho el paseo por las dunas aun si reconoce que a veces le dio miedo, hay que reconocer que la primera vez es muy impresionante y las otras veces también……Los jóvenes, igual que la ultima vez, hicieron un poquito de “trineo” y tabla en las dunas. Hubo unos que se cayeron, pero sin gravedad. Hoy los que hicieron la ruta completa, alcanzaron los 67km.


Esta noche vamos a cenar en Cardel, nos encanta este restaurante “El Manantial” a donde vamos cada año. Hay que decir que nos apoderamos de la sala de arriba, tanto que creo que hacemos huir a los clientes que están aquí cuando ven que llegan 29 personas al mismo tiempo.

Graciela se quedo en el hotel pero Baldo le va a llevar su cena. Las meseras no pueden con todos nosotros y hay unos errores en la distribución de los platos. Por suerte tenemos a Silvia con nosotros y ella se encarga de poner orden. Tiene que venir más seguido con nosotros, porque ya tiene un puesto asignado en el grupo “organizadora de evento”.


Llegamos a las habitaciones es la media noche. Para mañana no hay realmente un plan, todo dependerá del clima.


Domingo 30 de Diciembre 2012


El programa de hoy es más que variable. Hay los que tienen que irse después del desayuno, los que quieren quedarse hasta el principio de la tarde, lo que quieren disfrutar de un paseo en Veracruz y los que dicen que hacen lo que hace la mayoría. Jipé e yo hacemos parte de los que quieren quedarse hasta el principio de la tarde, Baldo también, pero Sabás tiene que regresar.


Empezamos con el desayuno, siempre muy rico, muy abundante y el ambiente, muy buena. Bromeamos sobre la cortesía de los señores según el país, nos preguntamos si los que se quedan van a regresar o no en las dunas antes de irse, consultamos el tiempo, al fin, las platicas son igual de variables que el programa de hoy.


Los señores se quedan platicando entre ellos y le digo a Silvia que mejor preparo mis maletas en caso de que de repente, Jipé viene a decirme que nosotros también, nos regresamos, entonces me voy a mi habitación a acomodar todo, así estoy más tranquila y si no nos vamos, tendré tiempo para ir de compras en las tiendas de por aquí.


Jipé viene a verme y me dice que si Baldo se queda, nosotros también. Sabás tenia que irse a las 10h, pero a las 10h sigue con nosotros. Jipé regresa a verme, nos vamos al mismo tiempo que todos, ya se lo dije, el programa del día cambia a cada rato, hice bien de empezar a empacar todo.


El tiempo que los señores suben las cuatris o los RZR en los remolques o sobre las camionetas, el tiempo de cargar las maletas, de despedirnos de Jorge, Mitzy y el personal y dejamos Chachalacas. Raúl, Grace, Graciela y Vale no se van con nosotros, ellos tienen que llegar a la cuidad de México y toman otro camino.    


Sabás encabeza la caravana que se compone de 6 camionetas y un vehículo, son las 11h 10. Primera parada para llenar los tanques de gasolina y podemos empezar el regreso, tomando la autopista. Vamos muy tranquilos. Pasamos la caseta « Las Vigas » cuando de repente, Sabás toma la salida en dirección “del Perote”, pensamos que lo platico con alguien y como  todos pensamos lo mismo, lo seguimos. Pero, el se para a la orilla de la carretera cuando se da cuenta de su error. No es importante, podemos dar la vuelta para retomar la autopista que acabamos de dejar.  


No sabemos si tomar la autopista que nos lleva hacia Veracruz o seguir par debajo de la autopista e intentar encontrar una entrada en el buen sentido.


Baldo viene a vernos y nos dice que su GPS indica que hay un retorno un poquito más adelante, entonces tomamos la dirección de Veracruz, solamente que el GPS no esta actualizado con el nuevo tramo de la autopista (que inauguraron hace apenas 3 meses) y el retorno esta en la caseta que no queremos volver a pasar por supuesto, habrá que pagar otra vez en un sentido y en el otro.


Nos quedamos en posición de espera justo antes de la caseta. El vigilante viene a vernos para preguntar porque no pasamos. Sabás, que sigue adelante le explica la situación, con el ticket en la mano. El vigilante platica por radio con su jefe que finalmente, da la autorización a los 7 vehículos de dar la vuelta sin pagar. Pero por precaución, anota todos los números de las placas en caso de que por diversión, queremos volver a lo mismo dentro de un rato.


Bueno, son las 13h 05 y vamos en buen camino. Ya no vamos a pararnos hasta llegar al restaurante “Bella Vista” que se encuentra a unos kilómetros de nuestro pueblo. Son casi las 16h 30 cuando llegamos y entramos en la sala del restaurante y necesitamos una mesa para 26 personas, pues 5mn después esta lista. ¡Que mesa! Pasamos un momento muy agradable. Hacemos unas compras en la tienda del mismo restaurante y después nos despedimos en el estacionamiento con la promesa de volver a vernos pronto por una comida amistosa sin que sea una ruta. Ya son solamente 5 vehículos que se van en la misma dirección.


A las 17h 45 entramos en nuestro pueblo y empezamos a descargar. Igual que el año, la ruta llega a su fin, cada uno de nosotros se va por su lado, nos vemos el próximo año para unas nuevas aventuras.   


Quiero agradecer a los participantes de esta aventura, los que desde el principio hacen parte del grupo y los que según las rutas, se unen a nosotros. Los primeros los invitan a incorporarse más seguido al grupo. Gracias por esta increíble ambiente, por esta buena vibra, por sus sonrisas, sus chistes y más que todo, por su comprensión acerca de los organizadores.

  

La redactora aprovecha para presentar a todo el equipo sus mejores deseos para este nuevo año 2013.


Hasta pronto en esta pagina.


Participantes en quads :

  

  • Sabás, Mina

  • Tawa, Karla

  • Pepin, Ana Celia

  • Jorge, Laura

  • Jorgito

  • Andrea

  • Polo, Verito

  • David, Carlos

  • Luis D. Luis

  • Fer

  • Bache


Participantes en RZR :

  

  • Baldo, Graciela

  • Jipé, Ana


Acompañantes :

  

  • Joaqui

  • Silvia, Polito

  • Vero, Camis

  • Grace, Raúl, Vale