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Sábado 14 de Abril de 2012


Hoy empezamos la ruta 19. Hace meses que estamos preparándola, queremos hacer por tercera vez la Sierra Gorda (y según nosotros por ultima vez), pero con el descanso de la noche en un lugar que se llama “El Jabalí”. Son cabañas, de tela, tipo “Safari” con piso de madera, sobre pilotes. Las visitamos la primera vez que pasamos por allá, hace casi 3 años, pero hasta la fecha, nunca pudimos quedarnos allá porque hay que reservar con mucha anticipación y es algo que se nos dificulta mucho, tomar la decisión de quien viene o no porque rentan las 6 cabañas al mismo grupo para no creer conflictos de convivencia nocturna por el ruido que unos pueden hacer, riéndose o cantando si el otro grupo quiere descansar.


Al fin, todo eso lo veremos después, por el momento, estamos listos para arrancar, son las 7h50, vamos a salir del pueblo con solamente 20mn de retrazo. Si  hacen una retrospectiva en la lectura de todos los resúmenes de las salidas anteriores, pueden darse cuenta que ni una sola vez salimos a la hora prevista, pero como somos consientes de esto, esta tomado en cuenta el hecho que no vamos a salir a la hora que dice el programa así que podemos decir que salimos a buena hora.


Lleve unos sándwiches, van unas rutas que no llevábamos y es verdad, que aunque nos paramos a veces a desayunar en camino, el sándwich nos hace falta cuando no hay, así que retomamos con la costumbre inicial pero con queso de buena calidad para que les gustan a todos.


El encargado de recibirnos en el estacionamiento de San Joaquín, nos espera a las 11h, queremos empezar la ruta temprano, para llegar a “El Jabalí” instalarnos y volver al rió a pasear, la comida nos espera a las 3h de la tarde, así que hay tiempo para todo, mojarnos con las cuatris, nadar, recoger piedras del rió para adornar las mesas de los jardines de las casas, tomar sol, tomar refrescos, más bien, disfrutar de la vida y del lugar.


Estamos, otra vez, un poquito atrasados porque llegamos al estacionamiento de las grutas de San Joaquín son las 10h30, pero eso no es el estacionamiento donde vamos a dejar las camionetas y empezar el recorrido, no, solamente, es el estacionamiento donde vamos a comer los sándwiches. Nadie desayuno antes de salir de casa, así que todos, tenemos hambre.


Antes de comerlos, Mina y Jipé se suben en un columpio que esta amarrado de la rama de un árbol enorme. De un lado parece que van a tocar el piso y del otro lado, están muy altos. Se la pasan bien, como niños jugando.


El grupo no esta completo, hace 2 días empiezo la feria del huapango, el baile regional muy famoso, y Pepin, su hija Anacelia, Jorge y su familia, se fueron desde ayer a medio día para disfrutar de esta feria, así que nos van a alcanzar en el otro estacionamiento.


¡Que ricos estos sándwiches! No porque los hice yo…. (Bueno, un poquito), pero porque como le dije, van unas rutas que no había y volvemos a apreciar mucho más  comerlos que cuando se vuelve una costumbre.


Tawa me pregunta a que hora vamos a comer para saber si come uno más o si se espera la hora de la comida. Le contesto que puede comerse uno más porque al fin, no tenemos mucha prisa y aunque René, el encargado de recibirnos allá nos espera para la comida a las 15h, el tiempo de llegar, de instalarnos, de tomar una cervecita fría, de platicar de lo que vamos hacer después de comer, no creo que pasamos a la mesa antes de las 16h. Hay tiempo de digerir lo que estamos comiendo, a parte de que con el calor, aunque están en una hielera, se pueden echar a perder porque no vamos a tener lugar en las cuatris para llevar lo que sobra.


Como estamos en el centro de San Joaquín, llegamos como 15mn más tarde de lo previsto, no es para tanto. Ahí nos espera Emilio, el encargado administrativo de la parte de esta ruta. El nos ayuda a acomodar las camionetas, los remolques, bueno, más bien nos dice donde ponerlas, cada chofer acomoda sus pertenencias. Sabás llama a Pepin para decirle que estamos aquí, y un poquito más tarde, llega el resto del grupo. Laura la hija de Jorge no vino pero en su lugar vino un amigo, Esteban y Pepin invito al hijo de un amigo que se llama Mario. Como no han desayunados, están felices con los sándwiches que sobran, así nada se pierde.


Cargamos las cuatris y los RZR con todo lo que tenemos que llevar para pasar la noche en “El Jabalí” y arrancamos son las 12h. Normalmente estaba previsto un guía, pero hubo un mal entendido entre Emilio y Jipé y no tenemos guía, pero como conocemos la ruta por haberla hecho ya dos veces, no hay problema, aparte que tenemos 2 GPS. Uno lo tiene Baldo que esta en el medio de la caravana y el secundo lo tiene Jipé que esta al final por si alguien esta en dificultad por un problema mecánico.  


Y ahí vamos, rumbo a “El Jabalí”. La primera parte de la ruta esta muy seca, hay mucho polvo, estamos en la montaña, hay que esperar llegar al rió para refrescarnos. Contamos con más o menos una hora y media para llegar a las cabañas, puede ser que hacemos un poquito más porque siempre nos paramos a tomar fotos a preguntar a todos como están, si no hay problemas, si podemos seguir a este ritmo etc.


Llegamos a una “Y”, hay dos caminos, uno que sube y el otro que baja y la lógica quiere que tomamos el que baja, un rió no pasa arriba de las montañas, sino abajo, así que aunque los GPS indican el contrario, nos vamos por el que esta en pendiente. A veces, el paisaje se nos hace conocido, un poquito de agua, un poquito de vegetación, un poquito de roca, todo se parece pero confiamos en……nosotros y en nuestro buen sentido de la orientación.


Como pasa el tiempo y que todavía no vemos ni la sombra de las cabañas, por la duda, preguntamos a un jovencito que anda en bicicleta ¡y cual sorpresa! nos dice que estamos equivocados, que no vamos rumbo a “El Jabalí” pero que el nos puede indicar el camino correcto y entonces, damos la vuelta. A esta hora ya deberíamos estar llegando allá, pero no hay  prisa, todavía no es la hora de la comida.


Ya no hay tanto polvo, todo esta más húmedo por la promiscuita del rió. Aunque lo vemos chiquito, más bien se parece a un arroyo. Para seguir al jovencito que debe tener como 12 años, no más, tenemos que bajar por un sendero que va hacia el arroyo, pasamos por debajo de las hojas de una palmera, estamos en plena vegetación, por la vista, se ve todo bien bonito, por el que maneja, no tanto.


Empiezan las dificultades, hay muchas rocas que pasar, hay lugares muy estrechos, tenemos que bajar los que somos acompañantes para facilitar el paso a las cuatris y a los RZR. Hace mucho calor, solamente Fer tiene agua, y empieza a repartir lo poco que tiene. Nos hace bien unos tragos de agua aunque esta un poquito caliente. Nos arrepentimos de haber dejado en las camionetas los refrescos que sobraron del desayuno con los sándwiches.


El jovencito en bicicleta pasa fácilmente por todos lados, para el no hay impedimento, cuando no puede andar montado en la bicicleta, la carga y sigue avanzando caminando, pero nosotros…. ¡Como! Quien carga su cuatri o su RZR. Nadie. Tenemos que bajar a cada rato a ver como hacer para seguir, como pasar, por arriba, por abajo. Estamos atrapados entre la roca, el agua, los árboles y hierbas altas. Lo único que nos falta es el machete como en la película de “Rambo”.


Cada vez que preguntamos al jovencito “¿Todavía nos falta mucho?” nos contesta que “un poquito más” estamos arrepentidos de haberlo seguido, bueno, no se por los demás pero yo si porque pienso que si estamos otra vez equivocados ¿como hacemos marcha atrás?


A cada rato nos paramos, no vamos muy rápido, pensamos que nos alargamos el camino, pero que hacemos, ahora que estamos aquí, ni modo, hay que seguir.


La cámara que esta en el RZR de Jipé graba, pero a veces tenemos que apagarla porque sino, nos vamos a quedar sin memoria por lo que sigue, no tenemos Lap-Top para bajar las imágenes llegando a “El Jabalí”. Lastima porque a veces se pierde algo bueno, pero ni modo, contamos con lo que algunos graban con sus cámaras propias o con sus celulares.


Ahora, Baldo esta adelante, nos paramos para esperar al resto del grupo, viendo el piso, Graciela encuentra un animal muerto, parece un alacrán, esta negro, gordo, pero bien muerto sino, no estaríamos sacándole fotos.


Hay que volver a formar la caravana antes de seguir avanzando. El tiempo que los esperamos, me refresco la cara y las manos con el agua del rió, esta limpia, fresca, hasta se nos antoja probarla, pero no lo hacemos porque siempre hay el riesgo que esta contaminada y esperamos llegar rápido para tomar algo más adecuado.  A Graciela no le da tiempo de hacer lo mismo, llegan los vehículos y el agua ya esta turbia.


Y subimos en un sendero, y bajamos al rió cuando no hay más paso, avanzamos como tortuga. Ahora Jipé esta adelante. Va casi una hora que estamos en este cuando el jovencito nos dice que el no puede ir más adelante, que ahora, pasando el follaje que vemos un poquito adelante, todo esta en línea recta, que solamente tenemos que seguir el arroyo y  nos lleva directo a “El jabalí”.


Le damos una propina y seguimos. ¡Cual línea recta después del follaje! Apenas lo pasamos que nos encontramos con una roca metida en el rió que impide el paso. Ni por la derecha porque hay la montaña, ni por en medio, ahí esta la roca, ni por la izquierda, el arroyo esta más profundo y no vamos a salir de ahí si nos aventuramos por este camino.


¿Que podemos hacer? Imposible volver por donde acabamos de pasar, más bien sabe uno que es más fácil bajar con una cuatri o un RZR que subir y pasamos por lugares que ahora es imposible subirlos.


Estamos todos viendo que opción tenemos, lo que nos preocupa es que si logramos pasar este entronque ¿que nos espera más adelante?


Jipé propone rellenar con piedras la parte que esta entre la roca y la montaña, es lo más seguro, después poniendo una rueda contra la pared de la montaña y la otra rueda sobre la roca, si no caemos al agua, podemos lograr pasar.


El primero que se avienta con su cuatri, es Jorge, seguido de su hijo que tiene una moto de 2 ruedas, no lo hacen mal para nada aunque nos da miedo que se voltean porque a veces la cuatri esta apoyándose con solamente dos ruedas en diagonal, las demás están en el aire. Sigue su hija Andrea y un amigo Mario.


Pasa Fer, muy bien, ahora le toca a Jipé, Baldo se sube a su RZR y pasa también la roca Graciela graba todo porque la cámara que esta amarrada en le RZR de Jipé esta apagada y se nos pasa prenderla por tantas emociones.


Viene Tawa, con un poquito de dificultad porque su cuatri es pesada y aunque tiene mucha fuerza en los brazos, no se compare con la de los hombres, pero como siempre, pasa muy bien y la felicitamos Graciela e yo.


Sigue Sabás y al ultimo Pepin. Todos los acompañantes, pasamos la roca, caminando. Tenemos los pies un poquito mojados pero no importa, el esencial es que ya estamos del otro lado y podemos seguir.


Baldo checa su GPS y nos dice que según el mapa, estamos a la mita del camino que nos lleva a “El Jabalí” ¿A que hora vamos a llegar?


Si no fuera por la dificultad, el paisaje es precioso, estamos en plena naturaleza, ni parece que alguien puede vivir por acá. Estamos aislados de la civilización, es otro mundo, no creo que un día volvamos a pasar por acá, así que aunque estamos un poquito angustiado por que todo sale bien sin ninguna complicación, sabemos apreciar la suerte que tenemos de vivir momentos así.


Yo sigo el camino caminando, Jipé encabeza la caravana con su RZR. A veces estoy adelante y me regreso para decirle que no hay paso por abajo o por arriba, entonces el se baja y viene a ver, seguido por Baldo que esta justo detrás de nosotros con Fer. No vemos el fin del camino ni los techos de las cabañas ¿Donde estamos? Quien sabe. En la Sierra Gorda seguro.


Jipé pide que alguien más pasa adelante, esta cansado de tener que bajar y caminar a cada rato para ver por donde podemos pasar, hay lugares que la moto de 2 ruedas no tiene problema, otros que no se le dificultan tanto con las cuatris, pero con el RZR, es más problemático aunque es un vehículo en que confiamos mucho.


Llegamos a una parte un poquito más despejada. Ahí vive una familia, tienen una casa muy humilde pero que encaja con el paisaje. Sabás y Baldo les preguntan por donde esta “El Jabalí” y nos dicen que vamos muy bien, que un poquito más adelante se junta el arroyo con realmente el río y que siguiéndolo nos lleva hasta el campamento, que ya no estamos muy lejos. Ya son las 17h de la tarde y todos, tenemos hambre pero ni modo, hay que aguantar, el hambre y la sed, la próxima vez sabremos que llevar en los cofres de las motos, frutas secas y agua.


Al fin, a las 18h de la tarde, llegamos en terreno conocido. Tenemos que esperar un ratito porque la cuatri de Pepin se calienta, pero ya sabemos por donde tenemos que ir, ya esta aquí el río Extoraz, ya nos mojamos tantito, ya todos ríen, ya todos están felices, ya se nos olvido casi, por donde acabamos de pasar.


Pasamos por Bucareli y ahí, nos tomamos el tiempo de saborear una cerveza bien fría. Graciela e yo, ni queríamos movernos, pero viendo a Jipé llegar con nuestras cervezas en la mano, ahora si que tenemos animo para tomarla. Que rico……..Que buen momento…….


Llegamos a “EL Jabalí” son las 18h 20. Nos espera René con su familia para servirnos la comida. Hay una mesa grande que nos espera con doble mantel, todo limpio, todo muy agradable y el servicio entre René y sus hijos, de primera.


Es un buffet, hay de entrada, un consomé de pollo, después una cecina de res con arroz rojo y frijoles, unas enchiladas. Ahora como tenemos mucha sed, todos los adultos piden una cerveza, pero para la noche, tendremos nuestro vinito tinto.


Al fin, podemos bajar las cosas de las motos y de los RZR e instalarnos. Por supuesto que con todo lo que pasamos desde la mañana, nadie tiene ganas de subir otra vez a las cuatris para ir a pasear por acá. Estamos todos rendidos.


Nos instalamos. En la cabaña # 1 viene Sabás y familia, en la # 2, nosotros (Jipé y Ana) en la # 3 los jóvenes, en la # 4 Baldo y familia en la # 5 Pepin y su hija y en la # 6 Jorge y Laura. Estamos todos muy contentos de los que nos toco con la repartición de las cabañas y estamos seguros que vamos a dormir súper bien, todo se ve muy limpio y agradable, y el agua para bañarnos esta caliente no como en otras ocasiones que tuvimos que bañarnos con agua fría y en invierno.


Hay que recordar que el campamento “El Jabalí” es un campamento eco turístico, esto significa que no hay electricidad no hay gas y el agua proviene de un manantial. La energía eléctrica esta captada por celdas solares y acumulada en baterías, el agua caliente esta suministrada por intercambiadores de agua solares y el agua viene por gravedad del manantial.

 

Un poquito más adelante, hay unos jóvenes que acampan, pero no hay problema, no están cerca de nosotros.


Y todos a instalarnos, a bañarnos, a cambiarnos y a regresar a la parte comida que es una palapa, a platicar e intercambiar opiniones de todo lo que vivimos desde que dejamos al pueblo.


Se obscurece el cielo, ya se nublo y de repente cae un aguacero con truenos, relámpagos. Es un espectáculo grandioso. Estamos rodeados de montañas y el ruido se hace más intenso. Las luces de las cabañas se reflejan en la roca de la montaña que tenemos frente a nosotros. Por seguridad, René nos pide de cambiar de lugar las cuatris y los RZR que estacionamos a la orilla del río. Más vale ser prudente. Los jóvenes que acampan un poquito más lejos, hacen lo mismo con su jeep, pero por desgracia, haciendo una reversa, se llevan unos plátanos. Una cae al rió la otra queda acostada como un animal herido.

 

Teníamos la cena a las 21h, pero como comimos muy tarde, nos dice René que se puede esperar hasta las 22h y que bueno porque esta lloviendo muy fuerte y la lluvia se para justo a las 22h. El tiempo de limpiar y secar todo porque el techo de la palapa no es muy impermeable y René y su familia nos preparan una parillada con T-bone y chorizo acompañado de cebolla al carbón, pico de gallo, frijoles y de postre nos dan unos dulces de chocolate, todo muy rico y con la copa de vino tinto, mejor.


Después, por los que quieren, viene un cafecito y luego de una buena platica, todos nos vamos a dormir es la media noche y hoy, hicimos un recorrido de 52km. No es un record de kilómetros, pero si de tiempo para hacerlos.


Buena noche a todos, que descansan y nos vemos mañana para el desayuno a las 8h 30. 




 


       Domingo 15 de Abril de 2012


Antes de las 7h estamos despiertos. Pasamos una muy buena noche, nada de ruido, nada de frió, nada de calor, solamente el ruidito del agua que corre en el rió, nada más.


El primero en andar afuera, tomando fotos es Baldo, siempre se levanta el primero, seguido de Jipé y al ratito después de Sabás. Los tres platican, opinan, disfrutan de la maravillosa vista que tenemos. El sol también esta con ellos y los acompañan. Hay que cuidarse de el cuando uno toma una foto porque parece que se asoma encima de los hombros para ver que estamos haciendo y a veces nos hecha a perder unas fotos poniendo una sombra gigantesca. Pero no lo vamos a regañar porque sus rayos iluminan nuestro día.


Me dice Jipé que René a las 7h apareció con su toalla y sin pensarlo dos veces, se tiro al rió. Dice que es lo que hace todos los días, apenas se levanta y que cuando se tira a las 5h de la mañana el agua es mas caliente que a las 7h.


Que rico poder seguir disfrutando así de la naturaleza y de todo lo que nos ofrece.


Poco a poco todo el mundo sale de su cabaña. Unos ya listos para emprender la ruta, otros en pijama, otros en bermuda. Todos saludan y todos quieren saber cual es el programa del día, pero realmente no tenemos ninguna prisa, lo único que todos queremos es aprovechar del lugar, son pocos los kilómetros que tenemos que recorrer para regresar a San Joaquín donde se quedaron las camionetas y los remolques, por supuesto que siempre y cuando no nos vamos por el mismo camino que tomamos por equivocación, ayer en la tarde. El camino de regreso programado es más rápido que el de ayer.


Desayunamos bajo la palapa. Otra vez el servicio es impecable, todo viene tapado con celofana, muy higiénico, las frutas son de por aquí, hay mangos, papaya, manzana, el jugo de naranja, natural, el buffet esta por dar hambre al que no quiere comer y el cafecito con canelita esta delicioso (para retomar una frase conocida). La pasamos muy bien, muy a gusto.


Como no tenemos prisa para irnos, decidimos meternos al río, por lo que quieren por supuesto. Unos de los jóvenes se avientan, parece que esta fría. Baldo pasa del otro lado de la orilla del rió para tomar fotos de las cabañas con otros ángulos, voy con el porque me dice que hay muchas piedras como quiero para transformarlas en pesas para sostener los manteles en una mesa cuando hace mucho aire y que queremos comer afuera a la casa. Jipé viene con nosotros. Al rato terminamos los tres nadando en el rió.


Los primeros que se metieron fueron Mario y Anacelia, después nosotros y un rato después nos alcanzo Pepin. Tawa es la encargada de tomar fotos, no quiere meterse. Jipé nos hace reír porque hace la ballena tirando agua con la boca. Como no nos movemos mucho, me da frió y mejor me salgo y regreso a la cabaña a preparar las maletas para el regreso.


Algunos están descansando debajo de la cabaña, relajándose en las hamacas, que difícil vivir así…..


Anacelia que lo pienso mucho antes de meterse al rió, es la única que se queda mucho tiempo en el agua. Ahora la acompaña Jorge.


Tenemos que dejar las cabañas a la 13h, no es que hay un horario fijo, sino que nosotros avisamos a René que las íbamos a desocupar a esta hora para que el pudiera avisar al equipo de limpieza de venir. Así que ni modo, hay que guardar todo y empezar a cargar las cuatris y los RZR.


Nosotros cuando preparábamos esta salida decíamos que era la última vez que íbamos a venir en la Sierra Gorda, pero no hemos dejado el lugar que estamos pensando en regresar un fin de semana de vez en cuando. Creo que si, nos gusto la estancia en “El Jabalí” y la atención que  nos dieron René y su familia.


Dejamos “El Jabalí” son las 12h 45. Una foto más todos en fila sobre el puente y arrancamos el camino de regreso hacia San Joaquín.


El camino que nos lleva de “El Jabalí” hacia San Joaqui es de terrecería, no paramos de subir y subir, estamos en las montañas que forman parte de la Sierra Gorda. El campamento “El Jabali” se encuentra a 1000 m.s.n.m. y San Joaqui esta a 2800 m.s.n.m.


Lo que siempre me impresiono de este país, son sus montañas. Por supuesto que conozco la montaña, pero nunca he visto algo tan grandioso, estamos rodeados, cada una tiene una forma distinta, es su ADN, unas tienen como cuevas, otras parecen figuras si uno busca bien. Por supuesto que el que maneja no tiene la misma vista de la ruta que yo que solamente me tengo que preocupar por disfrutar del paisaje.


No se si todos los que van a leer este comentario de nuestra salida conocen a la Sierra Gorda Queretana, pero puedo solamente decirle “Vayan”, no se van a decepcionar, es una maravilla, yo no me canso de verla, me siento tan chiquita, pero no es la misma sensación que cuando uno entra en una cueva y que le falta el aire, no, para nada, es otro sentimiento, puedes ver por la derecha, por la izquierda, echar un vistazo en la barranca, ver la cima, todo es un espectáculo y los kilómetros no pesan, ni el polvo, uno se olvida de todo esto solamente disfrutando del paseo.


Nos paramos unas cuentas veces a tomar fotos, vamos bien, no hay prisa. Mina se sube al revés sobre la cuatri de su papá para grabar un poquito la caravana y el paisaje. Justo en el cruce donde ayer nos equivocamos, se descompone la cuatri de Mario, son las 13h 50, hace apenas una hora que dejamos las cabañas. No es nada grave, creo que con el camino en mal estado que acabamos de pasar se aflojaron unos tornillos, nada más. Y volvemos a subir en las cuatris y en los RZR y seguimos nuestro camino. Por lo menos esta parada nos ayudo a ver bien las indicaciones para la próxima vez que pasamos por allá.


Llegamos al estacionamiento de San Joaqui, son las 14h 15 y en 45mn todo esta cargado en los remolques. Decidimos ir a comer al restaurante “El Gran Camarón” que se encuentra en el camino de regreso a casa, en la entrada de San Juan.


Estamos sucios, llenos de polvo, pero la cabeza llena de buenos recuerdos y eso, no tiene precio, son momentos inolvidables que pudimos una vez más disfrutar en compañía de la familia y de los amigos.


Arrancamos el camino de regreso son las 15h. En dos horas y 45 minutos hicimos el tramo que va de “El jabalí” a San Joaquín y cargamos todo e ayer hicimos 6h y media solamente para ir de San Joaquín a “El Jabalí”, pero ¡que aventura! Hoy recorrimos solamente 32km.


Llegamos a “El Gran Camarón” son las 16h 45 y ahí nos espera Luismi que su papá aviso de nuestra llegada así que la mesa esta puesta y todos los que  nos sirven es delicioso. La pasamos muy bien, cada uno contando algo de su experiencia en esta ruta.


Ya es hora de decirnos “hasta la próxima”, algunos toman un rumbo distinto a los demás, otros se quedan porque por ahí viven, y los demás nos vamos todos hacia nuestro pueblo a descargar todo, a guardar lo que se puede guardar y a descansar. Mañana será otro día. Pero por Baldo y su familia, el paseo  no se acaba aquí, ellos tienen que regresar hasta la cuidad de México.


Nos vemos próximamente, ahora hay que pensar en lo que sigue. Acomodar las fotos de todos, editar el video y escribir el resumen, actualizar la pagina.


No se todavía cuando nos vamos a volver a ver, pero esperamos que sea pronto.


Nos acompañaron esta vez


En cuatri

  

  • Sabás y Mina

  • Tawa y Bache

  • Pepin y Anacelia

  • Jorge y Laura

  • Andrea y Esteban

  • Fer

  • Mario


En RZR

  

  • Baldo y Graciela

  • Jipé y Ana


En moto

  

  • Jorgito


Un saludo a todos y gracias por hacer parte de esta aventura #19.


  

By Anne Marie

DACOT     Dañú ATV Club Outlaw Trail

[19] Sierra Gorda el Jabalí, Qro.