Sábado 26 de diciembre
Salimos del pueblo a las 8h y 10mn de la mañana, estamos mejorando, ya solamente nos atrasamos 10mn sobre el horario que habíamos fijado. El paisaje cambia de un momento al otro, pasamos de una zona verde y húmeda a una zona desértica para llegar finalmente a una zona muy tropical. Eran las 10 de la noche cuando llegamos al hotel “Vergel Huasteco). Teníamos que recorrer 347km para llegar al destino, no es mucho, pero nos paramos varias veces, la primera para comer unos sándwiches porque todos habíamos desayunado muy temprano y más tarde en Xilitla para la comida, saliendo del restaurante fuimos a pasear en un jardín surrealista que construyo un ingles que se llamaba Edward James. Empezó la construcción en el año 1947 y la termino en 1977. Jamás he visto algo como este, pero valió la pena, estoy segura que solamente el, había podido dar las explicaciones que uno espera oír, viendo su arte.
El hotel no estaba de lujo (estamos en la parte cabañas), pero lo bueno es que no estamos mucho tiempo en la habitación, solamente para dormir. Y vamos a dormir muy poco, hay que inflar las llantas de todas las motos por la diferencia de altura, salimos del pueblo que se encuentra en el estado de Hidalgo, a 2400m para llegar a 200m del nivel del mar. Terminamos de preparar las cuatro, es la media noche y tenemos que estar listos mañana a las 5h30 para ir al sótano de las golondrinas.
Domingo 27 de diciembre
¡Increíble! Todos estábamos listos a la hora prevista. Es una sensación muy extraña que de subir en una cuatri a las 5h30 de la mañana y empezar el recorrido cuando todavía es de noche. No era el tiempo que nos esperaba, hacia frió y tuvimos que abrigarnos mas de lo que pensábamos. Llegamos al estacionamiento del sótano todavía era todo oscuro. Empezamos a bajar hasta la entrada del sótano cada quien con su lámpara. Ya había gente, sentados en las rocas, esperando que se levantara el día y que saliera el sol y las golondrinas. ¡Que espectáculo! Se lo recomiendo a todos los que aman la naturaleza. Las golondrinas salen dando vueltas desde el fondo del sótano que mide unos 378 metros. Llegando casi a la superficie, bajan tantito para agarrar velocidad y salir volando en grupos, todas en la misma dirección. Salen así, miles de golondrinas y al final, salen los pericos, pero ellos suben derechitos, se paran en la cima de los árboles que están alrededor de la boca del sótano antes de volar. Sus gritos rompen el silencio del lugar.
De ahí nos fuimos a la cascada de Tamul, tuvimos que remar para llegar hasta el pie de la cascada que mide 105m de altura y de ancho, varía según la temporada de 198 hasta 300m. El agua es color verde o azul (según el criterio de cada quien), muy bonito. Nos metimos primero a nadar en el cenote, el agua es fría y acercándose a las rocas, se siente la atracción de la corriente, pero todos tenemos puestos los chalecos de salva vida. La cascada vista de abajo es algo impresionante y maravilloso, pero si uno puede verla de más arriba, es otro espectáculo mucho más grandioso.
Regresamos al hotel era de noche, después de una cena deliciosa. Con tantas emociones y un recorrido de 200km, se olvidan los dolores de brazos por remar tanto tiempo, no se siente el frió que se burla de nuestras chamarras, el sueño nos gana a todos.
Lunes 28 de Diciembre
Llovió toda la noche, pero aun así unos valientes piensan meterse a nadar en el rió que viene de la cascada de Tambaque.
Son varias las cascadas que alimentan este rió, pero mucho mas chiquitas que la de Tamul, es otra cosa, pero estan también tienen sus encantos.
Por el frió o porque es un lunes, tenemos suerte, no hay nadie aparte de nosotros, vamos a disfrutar plenamente del lugar. Unos cuentos se ponen en traje de baño, pero otros se quedan bien abrigados con chamarras, bufandas, gorras. Es un contrasto increíble. El agua esta mas fría que la del cenote de ayer, pero que rico meterse debajo del choro de agua de una cascada, parece que estamos grabando un capitulo de una telenovela. Por el frió que nos gana a todos, no nos quedamos mucho tiempo nadando o mas bien, agitando los brazos. De ahí, a tomar un cafecito en una tiendita, el tiempo que otros van de compras, porque también hay puestos de artesanía.
Seguimos el recogido del día con la visita del Puente de Dios. Otra grandeza maravillosa de la naturaleza. Esta vez no tenemos que remar, un señor con una vara maniobra la lancha. Las cámaras no paran, tomamos muchas fotos, uno no se cansa de grabar todo lo que ven los ojos, son bonitos recuerdos que queremos llevar para enseñarlas después a los que no pudieron acompañarnos en esta aventura.
Esta vez no regresamos tan tarde y solamente hicimos 70kmpero ahora hay que empacar y subir las motos a los remolques, mañana es el regreso a casa.
Martes 29 de Diciembre
Tomamos otro camino de regreso a casa, queremos pasar por la cascada de Micos. No nos cansamos de ver tantas bellezas naturales. Son muchas las cascadas que hemos visto en estos 3 días, pero ninguna se parece a la otra, cada cascada tiene su encanto, su lado atractivo que hace que tenemos ganas de regresar, sin todavía habernos ido.
La ruta por Ciudad Valles, Rió Verde, San Luis Potosí y Querétaro es larga, pero en mejor estado. Nos paramos en una tienda de la Media Luna para hacer unas compras y seguimos nuestro camino. Otra parada para comer y última parada para comprar los famosos dulces de la región de San Luis Potosí. Algunos del grupo se despiden, tomamos rumbos distintos, pero ya estamos hablando de la próxima salida.
En el pueblo nos esperan los familiares y amigos que no pudieron acompañarnos, aun siendo de noche, no podemos evitar de contar unas anécdotas, estamos cansados, pero también muy contentos. El medidor de kilometrajes marca 598, si que fue largo el regreso.