[diseño web] [hacer paginas web] [DACOT]
[Socios]
[25 Tzibanza]
[24 Molango II]
[23 Tolantongo]
[22 Coscomatepec]
[21 Aculco]
[20 Acapulqueso Nopala, Hgo]
[19 El Jabalí, Qro]
[18 Pico de Orizaba]
[17 Amealco]
[16 Acapulcazo]
[15 Guanajuato]
[14 San Joaquin]
[12 Avandaro]
[11 Chachalacas II-p1]
[10 Exploracion]
[9 Regional]
[8 Chachalacas]
[7 Tolantongo-Molango]
[6 Real de Catorce p1]
[6 Real de Catorce p2]
[6 Real de Catorce p3]
[5 Huasteca]
[4 Valle de Bravo p1]
[4 Valle de Bravo p2]
[4 Valle de Bravo p3]
[3 Pinal de Amoles]
[2 Aculco]
[1 Peña Blanca, Qro]
[Galeria]
[Video1]
[0 0 1 1 1 1 1 0 640 480]
[Contacto]
[11 Chacalacas II-p3]
[11 Chachalacas II-p1]

Pag 2/3

Todos los derechos reservados  DACOT 2011

By Anne Marie

DACOT     Dañú ATV Club Outlaw Trail

[11] Chachalacas , Ver. II

Martes 28 de Diciembre 2010


Programa del día:


Desayuno a las 6h

Salida del hotel a las 7h

Ruta hasta Jacomulco

Ascenso de un río en camioneta

Comida

Ir a río abajo (rafting) para los valientes

Regreso al hotel

Cena 


Día real:


Muy difícil despertarse después de una noche tan corta y sabiendo que hoy nos espera 4h de cuatri para llegar al lugar donde pensamos divertirnos. ¿Quien esta despierto? Todos pensamos que Beto no va a venir con nosotros, siempre en las rutas que hizo con nosotros hay un momento que se declara muy cansado para seguir. Pues, hoy, non. Hasta es el primero levantado, sin duda, esta salida le gusta mucho, esta como un niño y nos da una enorme felicidad porque es su primera salida con nosotros desde navidad del año pasado. Un año sin salir en nuestra compañía. Al fin, los que se retiran son Pepin y su esposa Conchita, prefieren descansar y alcanzarnos en camioneta al río.


Debíamos desayunar a las 6, pero a esta hora no hay nadie en la cocina aunque la mayoría de nosotros están sentados en la mesa grande.


Baldo toca la campaña para avisar que el desayuno esta listo, lo que despierta a Jorge. Gran zafarrancho, finalmente nos sirven el desayuno son las 6h 45. Tazón de frutas, jugo de naranja, enchiladas de pollo en salsa verde gratinadas, puré de frijoles, café y pan dulce. Aunque es temprano, todos desayunamos de muy buen apetito.


Jorge nos cuenta unas anécdotas que sucedieron con otros grupos, algunos accidentes pero sin gravedad, en general una fractura, pero bueno, eso no afecta nuestro animo, estamos listos para un día lleno de improvisos, si siempre hay.


Salemos del hotel son las 8h y todavía tenemos que pararnos en la gasolinera para llenar los tanques y los bidones porque ayer vaciamos todo, hasta algunos acabaron el día sobre la reserva.


Llegando a la gasolinera vemos un grupo de cuatreros, 2 están en cuatri y uno en un Rhino (Yamaha) azul, el de Baldo esta rojo (Polaris) y como tampoco es la misma marca no hay forma de confundirlos. Vemos a Jorge platicar con ellos y pensamos que se conocen, ya paso este tipo de cosa con el otra guía que teníamos, Jorge y su esposa Elsa, en este mundo del deporte, todos conocen a todos, pero vemos a Jorge cargar su bidón en la cajuela del Rhino azul. Pregunto a Jipé si sabe algo y me dice que no, que no esta enterrado que los tres vienen con nosotros. Pregunta a Jorge que le dice que si, que vienen y que no hay ningún problema.


Jorge nos dice que el Rhino azul hoy es nuestro guía, es un cambio de último momento. Después, en la caravana se integran los otros 2 cuatris y José-Luis el joven guía y Jorge cierran la marcha. En el orden de salida de la gasolinera que tenemos que respectar viene el Rhino azul, Fer, Tawa y Bache, Sabás y Mina, Beto, Baldo y Graciela, Jipé y yo (Ana), José-Luis y Jorge.


Como instalamos unos micrófonos en nuestros cascos, Jipé y yo podemos comunicar fácilmente, lo que es bien practico porque ayer, muchas veces Jipé me preguntaba si todo estaba bien, si había visto tal o tal cosa etc. Se escucha muy bien todo lo que dice el otro. Esta mañana nos reímos porque antes de salir, José-Luis pedía a su patrona Mitzhy de comprar unos para Jorge y el y para que viera la eficiencia, les pusieron el casco de Jipé y ella se alejo para verse en el espejo de una camioneta para ver como se veía con un casco lo que hizo que cuando le pregunte como estaba, brinco del susto porque me oigo muy bien y no me veía a su lado.


Entonces, con Jipé nos hablamos y me dice que vamos demasiado rápido, a veces estamos a 80km/h y para una cuatri es enorme. No tenemos la misma estabilidad que un coche, por cierto ayer le hacia el comentario a Jipé que cuando bajábamos las dunas no me gustaba que en los últimos metros, la cuatri se ponía de diagonal, se que tiene suficiente fuerza en los brazos para controlarla, pero no me gusta esta sensación de casi caer y me contesto que no se puede hacer nada que es el sistema de freno de esta cuatri, que cuando deja de acelerar, se bloquean los frenos automáticamente y que tiene que esperar llegar al fin de la duna para volver a acelerar si queremos evitar la caída. Francamente, no me gusta mucho.

               

También hay que ver por donde pasamos y pensar que son 4h que tenemos que hacer en estas condiciones (más el regreso), los troncos de buen camino son prácticamente inexistente, casi siempre estamos en senderos de tierra con mucho polvo, de piedras, casi no se ve el que esta delante de nosotros, tenemos que dejar cierta distancia entre dos cuatris y aun así, no hay visibilidad, hay el riesgo de que se nos atraviesa un niño, un animal porque al fin, cruzamos pueblos a toda velocidad. Ya no es un partido de placer, vamos a llegar al río cansadísimo, los señores quieren bajar el rápido, pero las mujeres dijimos que no, los esperamos al punto de junta para la comida.


Nos paramos un rato, el tiempo de juntarnos todos, el guía con el rhino azul ya ni esta con nosotros, esta por ahí, en medio de la naturaleza, al fin, el hace su recorrido solo y ni se preocupa por la caravana. Los otros 2 hacen la circulación cuando hay una carretera importante, pero francamente, esto, lo podíamos haber hecho nosotros solos, tenemos la costumbre de este tipo de situación, siempre se protege al que viene atrás.


Bueno, así sigue la carrera. Jipé encontró un par de guantes, no sabemos de quien es, pero los recogió, veremos de quien es en la próxima parada, por el momento para no tenerlos en la mano, los pongo adentro de mi chamarra y ni hice una sola foto, será una locura que no sostenerse, lo que hace que hasta mi cámara esta guardada en mi bolsa. Veremos más tarde.


Acabamos de entrar a 80km/h en una carretera en obra, hay más tierra, más polvo, hay maquinas que maniobran para remover todo y lo que tenia que pasar, pasa…………Volamos literalmente los dos, lo único que escucho antes del accidente es Jipé diciendo una grosería y estamos en el piso. Por los que ya sufrieron una vez un accidente de moto, saben que se siente muy raro porque no hay nada de que agarrarse y lo único que puedo decir es que “más dura será la caída” pues si, aterrizo de todo mi peso sobre una piedra (del tamaño de una sandia sin exagerar) siento que algo truena y pienso que acabo de romperme la columna vertebral tanto es fuerte el dolor, no quiero moverme y cosa extraña, es en español que le digo a Jipé que me duele mucho mi espalda. El intenta sostener con los pies la cuatri (500kg) para evitar que nos caiga encima y nos fractura las piernas. Por suerte, José-Luis el joven que viene justo detrás de nosotros y que acaba también de caerse porque vio la piedra que golpeamos justo al momento del impacto (diámetro de la piedra entre 50 y 60cm, no la piedrita ridícula) se levanta y con la ayuda de Jorge, sostienen la cuatri. Jipé se levanta el primero, yo no puedo, me duele demasiado la espalda, siento la piedra pegada a mi, también me duele mucho el pulgar derecho que acabo de pegarme por segunda vez en poco tiempo. Habíamos hecho 55,900km y son las 11h de la mañana.


Jipé con mucho cuidado me ayuda a levantarme, puedo mover los brazos, las piernas, la cabeza, no debo tener fracturas serias pero tengo un dolor muy fuerte en la espaldo en parte alta entre los omoplatos.


Jipé esta furioso, les dice a los obreros que son unos asesinos, como pueden dejar en medio del camino una piedra de este tamaño sin avisar, se enoja con Jorge por haber escogido un guía que piensa solamente en la velocidad en lugar de dejarnos admirar el paisaje y los alrededores, es una carrera hacia el reloj que estábamos haciendo ¿y para que? Porque no íbamos a alcanzar la ultima salida para bajar el río, el guía de allá no nos iba a esperar. Y ahora……………………


Aparte de los dolores que siento, también hay los daños materiales que hay que tomar en cuenta. La cuatri esta destruida, la parte izquierda delantera (donde pego la piedra) esta completamente rota, la llanta esta ovalada y el rin de aluminio se perforo con el triangulo de la suspensión, los ejes de transmisión rotos (4x4), las rotulas direccionales rotas, el bastidor torcido, para apoyar los pies, rotos y el triangulo de suspensión todo destruido. No  nos queda más que cargarla en un  remolque y regresar al hotel, la diversión ya se acabo.


La ayuda llega rápido. El primero en regresar en el lugar del accidente es Fer, es el primero que se dio cuenta que no estábamos, enseguida quiere dar la vuelta para ver que esta pasando aunque su mama le dice que estamos con los otros dos guías, no quiere esperar, así que uno por uno nos alcanzan.


Apenas llega Fer, viene y me abraza lo que me ayuda a soltar el llanto y dejar salir la angustia que tengo. Graciela tiene en su botiquín todo para los primeros auxilios, pastillas para el dolor, pomada Voltaren, venda para el pulgar. Sabás prepara un soporte con un pedazo de madera para mi dedo porque no sabemos si no hay fractura o fisura, ya esta muy hinchado.  Me dan de tomar, agua fría. Jipé no quiere nada, esta demasiado enojado aunque no tiene la culpa, pero se culpabiliza por no haber dicho “¡Alto! Es un paseo, bajamos el ritmo”.


Tenemos la impresión de estar perdido en plena naturaleza, pero afortunadamente, Jorge nos dice que estamos cerca de un pueblo, como un kilómetro mas o menos, y lo vamos hacer yo en el ranger de Baldo, Graciela me deja su lugar y se sube a la cuatri con su hijo Fer, Jipé toma la cuatri de Tawa, uno del grupo se fue con la camioneta de los obreros que remolcan la cuatri hasta el pueblo en espera la llegada de Pepin que avisamos y viene en camino con el remolque de Jipé.


Es un suplicio para mí este kilómetro que tengo que hacer y estoy muy contenta cuando al fin llegamos al pueblo, aún si por el momento no se puede hacer nada, solamente esperar la llegada de Pepin y Conchita.


Escucho conversaciones al rededor mío y uno de los amigos del guía dice que no teníamos porque ir tan rápido que ellos de todo modo no nos íban a perder. Otro que no conoce la significación de la palabra “guía”.


Finalmente, después de una hora, llegan Pepin y Conchita, nos dicen que por poco no los alcanzábamos en el hotel, que estaban listos para tomar el camino hacia nosotros.

 

Todo el mundo ayuda a Jipé a cargar la cuatri en el remolque y nos vamos, Conchita, Pepin, Jorge, Jipé y yo para consultar un doctor. Con su celular, Jorque habla con un amigo que le da la dirección en Cardel de un buen traumatólogo, y nos vamos. Pero que sufrimiento con mi espalda, el más pequeño movimiento me haría gritar si no es que me da mucha pena. El resto del grupo regresan en cuatri pero por otro camino, nosotros tomamos la ruta normal, cosa que es prohibido con las cuatris o el ranger. Todos nos vamos.


Media hora después estamos llegando al consultorio, hay que subir un piso, lo que hago con  mucho esfuerzo y todo esto para oír a la secretaria decir que el doctor no esta, da consulta solamente los lunes, miércoles y viernes, los otros día da cursos en la facultad de medicina de Veracruz. Afortunadamente Pepin maneja muy despacito.


Jorge llama otra vez a su amigo doctor, esta vez le da varios nombres de especialistas en otra cuidad que se llama Xalapa. Son 4, pues, ni uno esta disponible, o esta de vacaciones, o el consultorio esta en remodelación, no hay nadie para atenderme y yo con cada vez el dolor más fuerte. Decidimos regresar al hotel de Chachalacas para cambiarme y ponerme una ropa más cómoda que la de moto, además vamos a dejar el remolque porque es muy problemático estacionarse. Vamos a seguir buscando un doctor.


Mitzhy nos recibe a nuestro regreso, nos tiene mucho cariño y esta desolada de lo que acaba de pasar. Con la ayuda de Jipé, me cambio de ropa, Jorge sigue llamando a su amigo doctor para que nos consigue alguien y esta vez le dice que lo mejor es ir hasta Veracruz, es un traumatólogo-ortopedista. Lo llamamos y nos cita a las 16h 30 en el hospital Español. Y otra vez tomamos la carretera, ahora me duele hasta para respirar, intento dormir para no sufrir tanto porque todavía tenemos que hacer 55mn para llegar en Veracruz.


Esta vez, Jorge no viene con nosotros, nos vamos solamente los 4. Cada 15mn alguien del grupo llama para saber como estamos y adonde vamos, están todos muy inquietos. Pepin pregunta una sola vez su camino, llegamos fácilmente y un vigilante del hospital me espera con la silla de rueda a la bajada de la camioneta, por fin estoy en el hospital. Pasamos al servicio de emergencias donde Jipé tiene que llenar unos papeles, solo  nos falta esperar que nos llama el doctor, lo que hace a las 16h 15.


Se ve simpático. Me atiende muy bien, me pide de hacer unos movimientos con los brazos y las piernas, me checa los reflejos y me dice que piensa que no hay nada grave, pero que vamos a sacar unas placas para estar seguro del diagnostico.


Después  me dice que tiene una buena y una mala noticia, cual quiere escuchar primero, le digo la mala y me dice “es con respecto a su salud, por suerte, solamente son contusiones lo que hace que puede regresar a su casa, la vamos a inyectar para soportar el camino de regreso y le vamos a dar unos relajante”. El celular de Jipé suena es Baldo que pregunta si todo esta bien y si podemos alcanzarlos en un restaurante que se encuentra en el camino de regreso al hotel. Le hago una pregunta al doctor y todos se van a reír, “¿Puedo tomar un tequila con mis amigos?, y me dice que por supuesto, hasta 2 y un vaso de vino tinto que no va a pasar nada. Regreso con la enfermera que me inyecta, tomo las medicinas que me receto el doctor, pagamos la factura y nos vamos para alcanzar a los amigos al restaurante en un lugar que se llama “La Antigua”. Todos están sentados en la mesa y nos esperan para saber como estamos y que dijo el doctor. Finalmente estamos muy contentos que todo acabo bien. Nos dicen que el camino de regreso también estuvo malo, no veían el fin. Brindamos a la salud de todos. Salemos los últimos del restaurante, después de nosotros, cierran todo.


Regresamos al hotel, es cierto que la inyección por el momento me quito el dolor, espero dormir bien. Sacamos una lección de esta mala experiencia.


Me voy a acostar son las 21h 30, el dolor regresa poco a poco, espero dormir.


Hasta mañana.